jueves, 10 de marzo de 2016

Cambio Climático: febrero 2016, récord de temperatura media mensual en los registros de satélite.

El pasado mes de febrero nos ha traído la novedad de un registro de temperatura media mensual que supera a los del episodio de "El Niño" de 1998, los más altos hasta hoy según las bases de datos satelitales UAH y RSS.
Ya había comentado en una entrada anterior que a la vista de la intensidad del fenómeno "El Niño" que se ha venido desarrollando durante todo 2015 en el Pacífico, y por analogía con episodios anteriores, se esperaba que el máximo de calentamiento se produjera hacia el inicio del segundo año (2016), tal y como ya había sucedido en episodios anteriores que duraban más de un año y como ha sucedido también en éste.
Debido a la relevancia de este hecho y deseando aportar información para un análisis más profundo que los que vemos habitualmente en los informes del oficilialismo alarmista, quisiera hacer las siguientes observaciones:

1.- La variación de la temperatura global media durante 2015-16 parece ser coherente con el inicio y desarrollo del fenómeno "El Niño" en el océano Pacífico:
En marzo de 2014, los sistemas de monitoreo y prevención de "El Niño" ya advirtieron de la "bomba" que se estaba preparando en el Pacífico (ver nota Nasa del 21 mayo 2014), con muy probable inicio a comienzos de 2015. Acertaron plenamente.
Entre los efectos producidos por "El Niño", destacan  el incremento de temperatura superficial del Pacífico oriental, el bloqueo del mecanismo de afloramiento de agua fría profunda a lo largo de la costa oeste de América del Sur (provocando el bloqueo del "refresco" atmosférico), intensas precipitaciones en el Pacífico oriental, menor nubosidad global y ligero aumento de la radiación solar entrante.
Como podemos ver en la Tabla siguiente, la variación de temperatura mensual durante 2015-16 presenta notables diferencias según la latitud y hemisferio que se considere:
En amarillo, meses con calentamiento >0.35 ºC.  En rojo, calentamiento >0.50 ºC. En verde, meses con enfriamiento.

Podemos observar  que el mayor calentamiento en la baja troposfera  se ha registrado en los trópicos (desde junio de 2015) y más tarde se ha ido extendiendo hacia el hemisferio Norte (notablemente desde octubre de 2015). El comportamiento del Hemisferio Sur ha sido muy diferente, con un calentamiento muy moderado durante el año 2015; debe tenerse en cuenta que la relación de superficie continental respecto a oceánica es mucho menor en el Sur, lo cual influye en el menor calentamiento de la troposfera, pues la inercia térmica del océano es muy grande.
Son los dos primeros meses de 2016 los que recogen el mayor aumento de temperatura, superando al super-Niño de 1997-98 y convirtiendo el episodio actual en uno de los más intensos de los últimos decenios.


2.- La estrategia más importante para transferir calor desde el océano a la atmósfera es la evaporación-condensación-precipitación.
La siguiente imagen muestra la variación del porcentaje de precipitación (lluvia) respecto de la media 1987-2010. El final de 2015 e inicio de 2016 ha sido realmente una bomba térmica de transferencia de calor desde el océano hacia la atmósfera a través de la condensación-precipitación, liberándose ingentes cantidades de calor en la baja troposfera.
Recordemos que el calor latente del agua para la vaporización-condensación es 540 cal./gr., lo que significa que por cada gramo de agua-vapor que se condensa en agua-líquida de lluvia, se liberan en la atmósfera 540 calorías. Especialmente en febrero de 2016, la condensación-precipitación ha sido muy elevada, ocasionando una gran liberación de calor en la baja troposfera.


3.- Los episodios de "El Niño" de 1997-98 y 2015-16 son algo diferentes:
Las diferencias de comportamiento del episodio de 1997-98 y el actual de 2015-16 van más allá de la mera intensidad del calentamiento.
Como puede apreciarse en la siguiente imagen que compara el mes de febrero del segundo año de cada uno de estos super-Niños:

Durante el episodio de 1998 en torno a la masa oceánica caliente (en color rojo hacia el centro de la imagen de febrero 1998) se formó un anillo frío (sombreado azul), con aire fresco en descenso sobre el océano, que aisló el calentamiento recluyéndolo principalmente en los trópicos y frenó su expansión hacia latitudes más altas. Esto no ha ocurrido en el episodio actual; en la imagen de 2016 puede observarse la mancha cálida (en rojo) pero no el anillo azul (más fresco), con lo cual el impacto del calentamiento se ha extendido a latitudes altas, sobre todo hacia el Hemisferio Norte.
La razón por la cual en el episodio de 2015-16 no se ha formado el anillo frío (en azul) en el Pacífico es desconocida para mí; aunque lo he buscado con interés, no he encontrado ninguna interpretación que ayude a entender este fenómeno.


4.- Parece que el actual episodio "El Niño" ha alcanzado su máximo y ha iniciado su declive.
La permanencia de la masa de agua cálida "pegada" a la costa oeste de América del Sur depende de la debilidad o total ausencia de los vientos alisios que, en situación normal, soplan hacia el oeste. En esta tabla podemos ver la evolución temporal de la intensidad del viento en superficie:

Desde final de febrero 2016 se observa una recuperación de la velocidad del viento; esto significa que la masa de agua superficial oceánica ya ha empezado a ser empujada hacia el oeste (lo verás más claro en esta animación, en la que los vientos alisios aparecen nombrados como trade winds), con lo que podemos esperar que pronto se restaure el afloramiento de agua oceánica fría profunda y empiece de nuevo a funcionar el sistema de refrigeración atmosférica. Es la señal que indica el principio del final del episodio de "El Niño" 2015-16.


5.- Pronóstico para un futuro a corto plazo:
El final del actual "El Niño" traerá sin lugar a dudas un descenso de la temperatura global terrestre.
Si se produjera un episodio "La Niña" en el próximo año, este descenso sería más notable, pero no lo sabemos con seguridad (según el Climate Prediction Center de la NOAA, hay un 50% de probabilidad de un episodio "La Niña" durante el otoño de 2016).
En esta imagen puedes ver la evolución semanal de la temperatura global; fíjate en el máximo de finales de febrero de 2016 y que desde el 1 de marzo al 9 de marzo se ha producido un descenso de 0.3 ºC, lo que es una enorme variación.
Teniendo en cuenta que el campo magnético solar ha entrado en declive y que se pronostica un periodo de duración entre 6 y 24 años (según los diferentes expertos), con muy baja actividad magnética, todo parece indicar que se avecina un periodo de no calentamiento o de enfriamiento (todo es relativo, según el término de comparación que elijamos).


6.- Pero como siempre, nos queda la pregunta del millón de dólares:
¿Cuanto de todo lo que está ocurriendo en la evolución del Sistema Clima de la Tierra está siendo forzado por la actividad humana y cuanto obedece a causas naturales?
Es indudable que la actividad humana tiene influencia sobre el Clima; como también tiene influencia sobre la calidad del agua de los océanos, la calidad de los suelos, la evolución del paisaje, y sobre el resto de todas las especies que habitan en el planeta ........ sostener lo contrario sería una insensatez.
Pero el conocimiento del tamaño de esa influencia, del sentido de la misma y de los mecanismos de interacción con otros agentes naturales, eso es otra cosa. Y en esto, todavía nos falta mucho por aprender.
Por desgracia, y a pesar de todo lo que afirma el oficialismo del IPCC de la ONU, todavía desconocemos cual es el peso real de cada uno de los agentes que actúan modificando el Clima, trabados en complejas interacciones mutuas.
Aunque la propaganda de los defensores de la Teoría del Calentamiento Global haya conseguido transmitir la la creencia en que podemos modificar y adecuar la temperatura global con precisión de centésimas de grado (modificando la concentración de CO2) , la realidad es que carecemos aún del conocimiento y capacidad para "corregir" las desviaciones climáticas, si es que hay que aceptar que el Clima tiene estados "correctos" y estados "incorrectos" (un puro antropocentrismo sin sentido, en mi opinión) tal y como la propaganda del IPCC ha instaurado en el corazón de la opinión pública.

Estoy seguro de que los habitantes del norte de Canadá aceptarían con gusto como vivencia climática correcta un incremento de 2 ºC en la temperatura media de su región respecto de lo que ahora "disfrutan". Lo mismo para los islandeses, escandinavos ....  ¿Quien define cual es el estado climático "correcto" o de referencia hacia el cual hay que retornar cuando se percibe una desviación del mismo? y sobre todo, ¿por qué, fundamentado en qué criterios?


7.- Y una reflexión:
Y mientras tanto, el problema global de la contaminación de aguas, aire y suelos, la deforestación por acción humana, la ausencia de derecho al agua potable, la negación del establecimiento de acuerdos internacionales globales para el tratamiento de los residuos tóxicos (electrónicos, de minería, químicos ..) ...  sigue quedando relegado.
Paradójicamente se realizan enormes esfuerzos de coordinación internacional sobre el CO2, sustancia que no es un contaminante sino un componente natural del ciclo del carbono, esencial para la Vida en el planeta.
¿Por que no se obliga a cada país a "digerir" los residuos que él mismo produce? ¿por qué no se prohiben las exportaciones de residuos químicos y electrónicos peligrosos a países del tercer mundo, donde son amontonados sin control, pasando al suelo, aguas y cadena alimentaria una ingente cantidad de contaminantes (cromo, mercurio ...)?.
Quiero albergar la esperanza de que en los próximos años, a la vez que la observación de la realidad añada algo de luz sobre la importancia de los agentes climáticos naturales frente a los forzados por la actividad humana, la ONU reconsidere la elección del enemigo ambiental real y dirija sus esfuerzos y el dinero de los contribuyentes hacia la lucha global contra la contaminación de suelos, aire y aguas.

  Cambio Climático: reflexiones para una ética posible. Iosu Marruedo. Biólogo La Conferencia Científica de las Naciones Unidas (también con...