lunes, 18 de diciembre de 2017

Posverdad y Cambio Climático
Iosu Marruedo


Durante la inauguración del curso académico 2017-18 de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) celebrada en Orense, el director de la Real Academia Española (RAE) Darío Villanueva anunció que el término posverdad se incluirá en la próxima actualización del Diccionario de la lengua española (DLE) prevista para diciembre de 2017.
Posverdad, según señala Villanueva, se referirá a toda información o aseveración que no se basa en hechos objetivos, sino que apela a las emociones, creencias o deseos del público.
En su conferencia, Darío Villanueva expuso algunos antecedentes históricos (políticos y literarios) de esta posverdad.
Citó como ejemplos varios de los postulados del presidente Donald Trump y algunos otros correspondientes al mandato de Ronald Reagan.
Pero la sentencia de que una mentira repetida mil veces se convierte en verdad, no ha hecho fortuna tan solo en el campo de la política y la economía; también se ha instalado en el terreno de las Ciencias experimentales, incluido el espinoso asunto del Cambio Climático.

Quiero dedicar esta entrada a exponer dos recientes ejemplos de esta posverdad incrustada en el argumentario del Cambio Climático difundido por los medios de comunicación.

El primero de estos dos ejemplos hace referencia al contenido del documental "Una verdad muy incómoda: ahora o nunca"(2017) realizado por Al Gore, secuela del ya famoso "Una verdad incómoda"(2006) que le procuró el premio Nobel de la Paz.
Quienes tengan el valor de acudir a los cines para ver la película, podrán contemplar una enorme exhibición de "emociones ambientales", serán exhortados a adherirse al mensaje presentado so pena de ser etiquetados como partidarios de los enunciados del presidente Donald Trump (para Al Gore solo hay dos posiciones ante la cuestión climática: la suya y la representada por Trump). También llegarán a la conclusión de que contaminación ambiental y comportamiento oscilante del Clima es lo mismo y, en resumen, se llevarán a casa un buen cesto repleto de sentimentalismo, distorsión de la realidad y mala ciencia.

Pero vayamos al ejemplo prometido:
En su primer documental "Una verdad incómoda"(2006) hay una famosa escena en la que se simula el impacto del ascenso del mar en el supuesto de que se fundiera el hielo que cubre Groenlandia; se ofrecen imagenes de la inundación del litoral de Florida, Delta del Ganges ... y Manhattan, advirtiendo en este último caso de la posible inundación de las obras del World Trade Center.
En su segundo documental "Una verdad muy incómoda: ahora o nunca"(2017) rehace su relato y se anota un éxito predictivo ya que los sótanos del World Trade Center y las estaciones de metro próximas se inundaron en 2012 al paso de la tormenta ciclónica Sandy.
La secuencia de ambos relatos, el antes (2006) y el después (2017), los puedes ver en este video:

Pero no, Al Gore no contemplaba las depresiones ciclónicas en su predicción de 2006. Su advertencia de entonces estaba centrada en la pérdida del hielo de Groenlandia por fusión debida al Calentamiento Global y en el consiguiente  ascenso del nivel del mar. El añadido de 2017 ... "borrasca ciclónica"... es simplemente una manipulación de su relato anterior para salvarse a sí mismo.
Tras el paso de Sandy, la profunda borrasca ciclónica se deshizo y el mar retornó a su nivel habitual.
Y además, hay más hielo sobre Groenlandia hoy (2017) que en 2005, fecha de referencia de su primer documental, tal y como puedes comprobar en el siguiente gráfico, elaborado por el National Snow and Ice Data Center de la Universidad de Colorado Boulder.
La línea amarilla representa la superficie exenta de hielo en 2005 (el máximo de superficie "sin hielo" se alcanzó el 24 de julio de 2005, quedando recogido en el primer documental de Al Gore); la línea azul representa la superficie "sin hielo" durante el año 2017 y la línea gris es el valor medio del periodo 1980-2010.


Si quieres hacer un ejercicio de agudeza visual identificando más posverdad climática, ve preparando 7,80€ y acude al cine más próximo estas navidades.


Segundo ejemplo:
En los últimos quince días pocas personas se habrán quedado sin conocer la noticia de la desgarradora  agonía de un oso polar a causa del Cambio Climático filmada en julio de 2017 por el equipo de Paul Nicklen (fotógafo de National Geographic) y Cristina Mittermeier en la Bahía de Baffin para su organización conservacionista Sea Legacy.
Las televisiones nacionales la difundieron el pasado domingo 10 de diciembre; pero para entonces ya llevaba varios días de "difusión viral" a través de las redes sociales, estando también presente en la prensa tanto de habla inglesa como latina.
Los titulares eran inequívocos: el Cambio Climático está matando al oso que vemos. Es decir, todos, con nuestras emisiones de CO2, estamos matando a ese oso.
Pero el martes 5 de diciembre una radio canadiense entrevistó a Cristina Mittermeier, y claro está, le preguntaron por el vídeo de la agonía del oso.
Ella reconoció que no tenía ni idea de que es lo que le pasaba al oso (si estaba herido, si era viejo o enfermo ...) pero que sabidos los graves problemas ambientales que amenazan al Ártico  les pareció que atribuir la causa de esa agonía al Cambio Climático podía ser "educativo" y "sensibilizador".
A las pocas horas, publicó este mensaje en su cuenta de Instagram.
Cuando dice .."Although we cannot tell for sure why this bear was dying, .." (.."Aunque no podemos decir con seguridad por qué estaba muriendo el oso ..") hemos entrado en el terreno de la posverdad, en el que el dramatismo de la historia importa más que la realidad.
En este enlace puedes ver la advertencia publicada inmediatamente por CBC radio aclarando que el famoso vídeo pudiera no ser lo que parece.
Al conocer las declaraciones de Cristina Mittermeier, Sea Legacy retiró el reportaje. 
Pero era demasiado tarde, la posverdad  ya se abría paso de manera imparable a través de miles de retuits, adornados con miles de "me gusta"; contando además con la total colaboración de televisiones y radios establecía la nueva realidad de los hechos.  

La imagen siguiente muestra el estado actual de las poblaciones de oso polar (2017) según la WWF. El vídeo fue grabado en la bahía de Baffin, cuya población aparece en color azul (población evaluada como estable). 
Es cierto que la disminución de la superficie de hielo marino en el Ártico es una variable que afecta a las poblaciones de osos polares y que el futuro de estas está ligado al futuro del hielo ártico, pero la información de trazo grueso, sin contexto ni matices, solo contribuye al alarmismo.

Como el naufrago que lanza su mensaje en una botella (quizás para no ser leído jamás), no quiero terminar sin lanzar mi reivindicación de un debate científico racional, abierto, independiente de cualquier ideología, sobre hechos verificables, con argumentos objetivos, sin descalificaciones personales, en el que el amor al conocimiento nos lleve a guardar humilde silencio cuando no podemos probar lo que decimos.



viernes, 1 de diciembre de 2017

Buscando un culpable.

Como parte del conjunto de consecuencias desastrosas derivadas del Calentamiento Global de origen antrópico, la disminución de la masa de hielo en el polo norte (Ártico y Groenlandia) y sur (continente Antártico) suele ser citada frecuentemente en los medios de comunicación como evidencia probatoria de la presencia del Cambio Climático.
Ya Al Gore  recurrió a este argumento, utilizándolo con gran éxito mediático en su documental "Una verdad incómoda" (2006), y lo ha vuelto a hacer en el recientemente estrenado "Una verdad muy incómoda: Ahora o nunca" (2017).

Pero cuando acudimos a las fuentes de datos y contemplamos los fenómenos naturales como obra de actores que actuan en un escenario dinámico, cambiante e interactivo (Atmósfera, Océanos, Geosfera, Seres Vivos) llegamos a la conclusión de que las cosas no son como parecen, o dicho de otra manera, no son como nos las cuentan.
Observo que tan solo se difunde una parte de la información, omitiéndose otra ; se nos presenta la Teoría del Cambio Climático como una verdad cerrada, sin fisuras ni titubeos, en la que ya todo esta suficientemente explicado. En este contexto, parece que al ciudadano solo le queda la opción de la adhesión a esa verdad y la aceptación de las directrices emanadas (económicas, energéticas, sociales y ambientales).

Parece como si para proteger la solidez de la Teoría del Cambio Climático, en la que el actor culpable principal es el CO2, debiéramos eliminar del escenario todo otro presunto culpable que pudiera atenuar o sembrar dudas sobre la responsabilidad del primero.

Para ilustrar con datos la reflexión anterior, quiero aportar en estas líneas algunas de esas informaciónes  silenciadas, omitidas en telediarios, radios y periódicos, relativas a la responsabilidad de otros actores, otros "presuntos culpables"en la evolución del Sistema Clima.

Se trata de presentar a un gran desconocido de la divulgación del Cambio Climático: el flujo de calor procedente del interior del planeta Tierra, el flujo geotérmico.

Es bien conocido que el interior de la Tierra está caliente; este calor procede de la desintegración de los elementos radiactivos naturales y del efecto de la presión sobre el núcleo del planeta.
Un planeta con un núcleo caliente orbitando en un espacio frío genera espontáneamente un flujo de calor desde el punto caliente (interior del planeta) hacia el punto frío (espacio exterior); ese calor, en su camino hacia el espacio exterior, atravesará la capa sólida (Corteza), la líquida (Océanos) y la gaseosa (Atmósfera).
Pero como la Corteza terrestre no tiene el mismo grosor ni composición química en toda la Tierra, resulta que el flujo geotérmico no es homogeneo.
Allí donde la corteza es muy fina o esta rasgada, la salida de calor hacia el espacio es mayor.

Pues bien, esta circunstancia tectónico-geológica de corteza terrestre rasgada y flujo geotérmico elevado es la que se observa tanto en la Antártida (en la Antártida Occidental) como bajo Groenlandia.

En la Imagen 1, los colores que van del amarillo al rojo anuncian un creciente flujo de calor geotérmico, expresado en miliwatios por metro cuadrado.
Nótese que la zona de alto flujo de calor dibuja una banda que señala la presencia del Rift Antártico, donde se encuentra el mayor campo volcánico terrestre.
Si bien el grado actual de actividad tectónica no está todavía bien establecido (la gruesa capa de hielo dificulta enormemente la obtención de datos), podemos afirmar que el proceso de fractura y desplazamiento de la Antártida Occidental respecto a la Oriental está unánimemente aceptado por la comunidad científica.

Imagen 1: Distribución del flujo calor procedente del interior de la Tierra, expresado en miliwatios por metro cuadrado. (Fuente: British Antarctic Survey).
La información silenciada es la referente a ese gran campo de volcanes bajo la Antártida Occidental; los medios de divulgación ningunean la importancia de la actividad del Rift Antártico. No se habla nunca del elevado flujo geotérmico bajo los glaciares de la Tierra de Marie Byrd, ni de su responsabilidad en la desestabilización de los glaciares de la Antártida Occidental; en los medios de comunicación no existe la "fusión desde abajo".
No se matiza, no se explica que la pérdida de hielo se concentra sobre la zona del Rift Antártico, sobre las zonas naranjas y rojas de la imagen anterior. En la Antártida Oriental (de mayor extensión) no hay pérdida de hielo.

Siempre se transmite el mensaje de "fusión desde arriba", por calentamiento climático.
Pero resulta que también el gran iceberg que se separó de la plataforma Larsen el pasado mes de julio está situado sobre el Rift Antártico.
Parece que nadie puede competir en el papel de culpable principal con las emisiones de CO2 ni atenuar o relativizar su culpa.
Es como si la Teoría del Cambio Climático necesitara un culpable único sobre quien poder concentrar la acción de todo su aparato político, ideológico y económico; como si la idea de compartir responsabilidad con otros agentes climáticos (veáse el flujo geotérmico) pudiera restar fuerza a los informes, recomendaciones y compromisos adoptados en las Cumbres del Clima.

Algo semejante ocurre en Groenlandia.
Como ha señalado el equipo internacional de geólogos dirigido por Irina Rogozhina y Alexey Petrunin del centro de Investigación Alemán GFZ de Geociencias, las observaciones de radar y los datos de las perforaciones en el hielo indican una fusión generalizada por debajo de la capa de hielo y el aumento del deslizamiento en la base que impulsa el rápido fluir del hielo desde la zona de cumbre hasta el Atlántico Norte, a lo largo de unos 750 km (hacia la derecha, en la Imagen 2).

Imagen 2. Flujo geotérmico bajo Groenlandia, en miliwatios por metro cuadrado (Fuente: Nature GeoScience, Irina Rogozhina, Alexey Petrunin, Alan P.M. Vaughan  ...).
El material del manto de Groenlandia se calienta y adelgaza en profundidad produciendo una fuerte anomalía geotérmica que afecta a la cuarta parte de su superficie. Esta fuente de calor ha creado una región en la que el agua de fusión subglacial es abundante, lubrica la base del hielo y hace que fluya más rápidamente.
El estudio indica que aproximadamente la mitad del hielo en el centro-norte de Groenlandia está descansando sobre una "cama descongelada" y que el agua del deshielo se dirige hacia el mar a través de una densa red hidrológica bajo el hielo (Al Gore relata este fenómeno en su recientemente estrenado documental, pero lo atribuye enteramente al incremento de emisiones de CO2).

Defiendo la posición escéptica frente a la ortodoxia del Cambio Climático, como una posición de pensamiento científico sistémico, considerando el estudio de los fenómenos naturales como resultado de interacciones complejas entre numerosos actores.
Doy por cierto que uno de esos actores es el Ser Humano y sus emisiones de gases de efecto invernadero; pero menoscabar deliberadamente la presencia de los otros actores y de sus interacciones no es un buen camino para crecer en el conocimiento del funcionamiento de los Sistemas Naturales.
Soy escéptico frente al pensamiento único y soy escéptico frente a las Teorías que proponen la regulación del funcionamiento de sistemas complejos por medio de un botón único (en este caso, las emisiones de CO2 de origen humano).

Nada de todo lo que aquí has leído lo vas a encontrar en el nuevo documental de Al Gore, Una verdad muy incómoda:ahora o nunca" que próximamente se estrenará en las pantalla españolas.
Al Gore es el portavoz e  imagen pública reconocible de la regulación del funcionamiento de fenómenos complejos por medio de un "botón único", las emisiones de CO2.
Piénsatelo cuando acudas a comprar tu entrada.




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