martes, 28 de julio de 2020

El Delta del Ebro afectado también por la Covid-19
Iosu Marruedo. Biólogo

El impacto social y económico causado por la pandemia Covid-19 ha provocado que numerosos otros asuntos, considerados en su día (no hace mucho) importantes, hayan quedado relegados a una segunda o tercera línea de protagonismo, o incluso, hayan desaparecido completamente de la atención pública.

Uno de estos asuntos es el referente a los cuantiosos daños originados por la tormenta Gloria, que afectó gravemente a numerosas zonas del litoral mediterraneo y especialmente al Delta del Ebro.
La tormenta Gloria impactó contra el litoral mediterraneo los días 21 a 23 de enero (hace tan solo cinco meses); durante los siguientes días las imágenes de los daños causados ocuparon la primera línea de actualidad en todos los telediarios.

El desastre era importante: paseos marítimos destrozados, daños en sistemas dunares, urbanizaciones de primera línea inundadas, daños en rompeolas ..... y el Delta del Ebro invadido por el mar en un 50% de su extensión, con rotura de la barra del Trabucador, rotura del perímetro de la isla de Buda, superación de las barrera de la playa de la Marquesa con invasión del mar, 6 km de playas dañadas, 3000 hectáreas de arrozal inundadas y sus canales de riego anegados por la arena, 35 bateas mejilloneras destruidas y 4 millones de kilos de mejillón perdidos ....

A final de enero y comienzo de febrero había un clamor generalizado en los medios de comunicación abogando por una rápida intervención destinada a reparar el perímetro dañado del Delta, evitando males mayores ante las probables tormentas en primavera. Ese clamor precipitó el consenso y el compromiso de inversiones (presuntamente) inmediatas.
En febrero, la Dirección General de la Costa y del Mar del Ministerio para la Transición Ecológica destinó 3,5  millones de euros para actuaciones de emergencia destinadas a reparar los daños causados por el temporal, contratando con cinco empresas adjudicatarias los trabajos de reparación que debería empezar en el plazo más breve posible.
Apenas iniciados las reparaciones, éstas se detuvieron el 16 de marzo a causa del estado de alarma decretado para luchar contra la Covid-19.

Tan solo había dado tiempo a construir un dique arenoso en la costa norte del Delta. Con una altura media de 2-3 metros y una anchura de duna entre 3-4 metros, este dique se extiende desde la punta del Fangar hasta la playa de Riumar, recorriendo la playa de la Marquesa.

Dique reparado en la playa de la Marquesa (ACN).

Se movilizaron unos 50.000 metros cúbicos de arena, procedentes en su mayor parte de los mismos campos de arroz próximos al mar, donde quedó depositada por la acción de Gloria.
Justo a tiempo, pues aunque haya sido el único trabajo realizado antes de la interrupción por el estado de alarma, ha sido suficiente para frenar los dos temporales importantes (aunque no como Gloria) del mes de marzo.
Y después vino el confinamiento y todo se detiene.

 Barra del Trabucador en mayo de 2020 (INFOSA).

El 4 de mayo se reanudan los trabajos interrumpidos por el estado de alarma, anunciándose su finalización en el plazo de dos meses.
Se comienza a reparar la barra del Trabucador, estrecho barzo de tierra de 4 km que casi ha desaparecido bajo el mar y que ahora se pretende reconstruir hasta dotarlo de una anchura de 50 m; se trabaja también en el perímetro de la isla de Buda, intentando cerrar la brecha abierta por el mar.
El 5 de junio, la barra del Trabucador se vuelve a romper a causa de un episodio de fuerte oleaje (habitual en primavera).

En esta secuencia de seis imágenes podemos apreciar el grado de deterioro de la barra del Trabucador y del extremo oriental del Delta y su estado el 15 de julio, después de las reparaciones de emergencia realizadas.

Figura 1: Imagen procedente de Landsat 8, de 5 de enero de 2020, antes de la tormenta Gloria. La barra del Trabucador está intacta, mostrándose como un estrecho brazo de color rosa que conecta con la península del Fangar. La fina línea amarilla representa el contorno del Delta en mayo de 1984, poniendo en evidencia las zonas de erosión-retroceso y las de acreción.



Figura 2: Imagen procedente de Landsat 8, de 6 de febrero de 2020, 12 días después del paso de la tormenta Gloria. Los daños en la barra del Trabucador son evidentes.



Figura 3: Imagen procedente de Landsat 8, de 15 de julio de 2020, después de realizarse las reparaciones de emergencia. La barra del Trabucador no ha recuperado el estado del 5 de enero; el deterioro es visible si la comparamos con la imagen de 5 de enero,; la garantía de resistir ante nuevos asaltos del mar es muy débil, salvo que se realice una intervención de mayor envergadura.

Si observamos los cambios habidos en esas tres mismas fechas en el extremo oriental del Delta (isla de Buda) el panorama es también preocupante:

Figura 4: Imagen de Landsat 8, de 5 de enero de 2020, antes de la tormenta Gloria. La línea amarilla representa el contorno del Delta en mayo de 1984, permitiendo observar las zonas de retroceso y las zonas de acreción.


Figura 5: Imagen de Landsat 8, de 6 de febrero de 2020, 12 días después de la tormenta Gloria.


Figura 6: Imagen de Landsat 8, de 15 de julio de 2020, tras dos meses de trabajos de reparación.

El domingo 7 de junio, el President QuimTorra reclama (en la reunión de presidentes de las Comunidades Autónomas) que el Estado ponga en marcha el Plan Delta Ebro, para evitar que nuevos temporales causen más daños en las infraestructuras, impulsando acciones que aseguren la supervivencia del paraje natural y de su entorno.
Y es evidente que el Delta del Ebro necesita un Plan. ¿Qué es el Plan Delta Ebro?

Es un proyecto (un anhelo) de intervención sostenida (en el tiempo) sobre el conjunto sedimentario del Delta del Ebro, que comienza a gestarse hace dos años, cuando los siete municipios del Delta del Ebro y las dos comunidades de regantes se organizaron en la Taula de Consens pel Delta, con el objetivo de impulsar iniciativas que aseguren su supervivencia.

Tras dos años de debates y discusiones, de contrastes entre soluciones "duras" (con más intervención de obra de ingeniería)  y "blandas" (renaturalización del litoral), el Plan  de la Taula de Consens alcanzó pronto varios puntos de consenso:
1.- Se debe mantener la fisonomía actual del territorio como principal objetivo,
2.- Se debe actuar en el sentido de incrementar la aportación de sedimentos al Delta, y
3.- Se debe conjugar la acción a corto (respuestas de emergencia)  y largo plazo .

Además, se barajaron diferentes alternativas de solución, planteadas como "directrices"; entre éstas, se  contempla:

a) la instalación de diques hinchables sumergibles, invisibles desde el litoral (para disminuir el impacto paisajístico), que se activarían desde tierra en caso de temporal. Como alternativa a esta solución de barreras físicas, algunos propones la creación de escolleras o diques, en los puntos de mayor fragilidad.

b) también prevé renaturalizar las playas (idea promovida por el biólogo Carles Ibañez, entre otros) para aumentar su anchura y mejorar su resistencia a los temporales. Se aconseja para ello la compra de los actuales arrozales contiguos a la playa de la Marquesa, con el fin de retornarlos a su estado de barrera natural frente al mar.

c) El profesor Luis Berga defiende la creación de barreras perimetrales, a modo de muralla, aprovechando los caminos existentes que serían recrecidos y compactados. Esta propuesta se orienta a la defensa de las bahías (el Fangar y los Alfaques), pero no servíría para la isla de Buda y Delta oriental.

d) El gran problema es la recuperación del aporte sedimentario. Sin recuperar capacidad de aporte sedimentario no hay posibilidad de salvar el Delta.
De las 20 millones de toneladas de sedimento que llegaban anualmente al Delta antes de iniciarse la construcción de los embalses (hoy, unos 180 embalses construidos), en la actualidad tan solo llegan unas 50.000.
Algunos proponen la solución de rescatar y transportar los sedimentos acumulados en la cola de los embalses y depositarlos en las zonas costeras. Pero muchas de estas "colas de embalse" están catalogadas ahora como espacios protegidos. No está claro como serían transportados, ni es seguro que el río tenga ahora fuerza suficiente para arrastrarlos, ya que cada pared de cada embalse actúa frenando el impulso de la masa de agua, resta energía cinética y capacidad de transporte.
Como puede verse, esta idea exige estudios y evaluaciones ambientales complejas, comportando largos plazos de ejecución y elevados costes.

Además, los sedimentos del embalse de Flix tienen todavía hoy un alto grado de contaminación (organoclorados, mercurio y otros metales pesados, aunque en fase de descontaminación desde 2012), que hace poco deseable su presencia en el Delta.
El transporte de sedimentos desde alguna otra región exterior de la cuenca hidrográfica del Ebro aumentaría todavía más el coste económico. Por el momento, no se tiene solución técnica a este problema.

Se trata, ahora, de que este Plan sea adoptado por las diferentes administraciones (Generalitat y Administración del Estado), madurado y consensuado en las acciones necesarias a realizar,  dotándolo del correspondiente calendario y financiación.

Se estima una inversión anual de varias decenas de millones de euros, sin límite temporal.
Frente a esto, los 3,5 millones de euros destinados en febrero para reparaciones de emergencia, son solo eso, una respuesta de urgencia que será inútil, dinero desperdiciado,  si no va seguida de una actuación integral y sostenida en el tiempo.

Y aquí llega la Covid-19, causando además de una grave emergencia sanitaria una profunda crisis económica que probablemente mermará la financiación y retrasará la puesta en marcha del Plan Delta Ebro (también llamado por algunos Plan Delta 2100).

 ¿Cuanto habrá que esperar para la puesta en marcha de este Plan Delta Ebro?

Lo que si sabemos es que las tormentas que con seguridad llegarán el próximo otoño e invierno no van a esperar.
Quizás haya que ir poniendo altavoces en la isla de Buda, orientados hacia el mar, y diariamente, a las 20:00, hacer sonar el "Resistiré".
Ya sé que no servirá de nada frente a los próximos asaltos del Mediterráneo, pero al menos, es barato y emociona.


Dos anécdotas:
1. Cifra record de nacimientos en la colonia de flamencos en el Delta (bahía de les Alfacs) , con 2201 crías, el mayor número observado desde que esta especie empezó a criar en la zona en 1992.
2. Para la nostalgia:
Podemos observar superpuestos en la siguiente imagen tres momentos del estado de la desembocadura del Delta:
a) 1918, momento de máxima expansión del Delta del Ebro (línea de color rojo),
b) mayo de 1984 (línea de color amarillo) y
c) julio de 2020 (imagen en falso color de Landsat 8).
El punto destellante amarillo señala la posición del Faro de Buda, construido en 1864 y derribado por los temporales en 1961.
En la actualidad, los restos del faro de Buda se encuentran sumergidos a unos 20 m de profundidad y 2172 m de distancia de la costa más próxima.


Desde su máximo esplendor (año 1918; en la foto siguiente, se observa el faro en tierra firme y grupos de personas que llegaban hasta la zona caminando) hasta su derribo por el mar (año 1961) encontramos la historia de la construcción de embalses y regadíos en la cuenca hidrográfica del Ebro y la crisis de aporte de sedimentos asociada.

En este video del NO-DO de julio de 1969, vemos un curioso reportaje que narra la eliminación de los últimos vestigios de los pilares de la base del faro de Buda; aunque apenas sobresalían de la superficie,  constituían un molesto problema para los pescadores, solucionado con una "alegre voladura" y adiós al problema. Otros tiempos, otras sensibilidades.



Otros artículos publicados en este blog, referidos al Delta del Ebro:

El Delta del Ebro: evaluación de junio de 2018. (30 junio 2018).
La supervivencia del Delta del Ebro: buenas y malas noticias. (1 julio 2017).
El Delta del Ebro: efectos del temporal de enero de 2017. (11 marzo 2017).
El faro de Buda, testigo mudo de la transformación del Delta del Ebro. (2 enero 2017).

  Cambio Climático: reflexiones para una ética posible. Iosu Marruedo. Biólogo La Conferencia Científica de las Naciones Unidas (también con...