viernes, 23 de noviembre de 2018

Iberdrola, una empresa "verde", deportiva y feminista (ya en tu cine).
Iosu Marruedo

Si has ido al cine estas últimas semanas o si piensas hacerlo en los próximos días tendrás ocasión de contemplar el nuevo anuncio de la campaña de publicidad de Iberdrola.
La campaña se denomina "Trato" y ha sido diseñada por la agencia de publicidad  Sra. Rushmore. Iberdrola pretende así comunicar sus acciones de desarrollo sostenible tanto en el sector ambiental como laboral. Al parecer, próximamente la campaña pasará de las salas de cine a las pantallas de televisión.

Cuando ví por primera vez el anuncio la indignación que experimenté estuvo a punto de amargar el rato de ocio que fui a buscar a la sala de cine. Indignación por el contenido, claramente oportunista, manipulador y mentiroso.
Como puedes ver en el video, el anuncio, muy cuidado en el aspecto estético, consta de dos partes: una primera dedicada a ensalzar el protagonismo de la mujer en el deporte, su esfuerzo y sus logros y una segunda en la que Iberdrola afirma asumir la responsabilidad de ... "cuidar del terreno de juego" ...  como metáfora del entorno natural.
Pues bien, te contaré algo sobre la hidroeléctrica de Belo Monte (Pará, norte de Brasil), una historia que inmediatamente acudió a mi cabeza al ver el anuncio por primera vez (sí, como soy aficionado al cine ya me lo he tragado varias veces).

La hidroeléctrica de Belo Monte está localizada aproximadamente a 50 km de la ciudad de Altamira en el estado de Pará. La potencia instalada proyectada es de 11233 megawatts, lo que la convierte en la tercera mayor del mundo. Además de una gigantesca represa construida en el río Xingú incluye un canal de encauzamiento de 20 km de extensión, que corresponde en términos de área total de inundación a 516 km2.
La represa de Belo Monte no es un proyecto nuevo, ya que el primer intento de construir una gran hidroeléctrica en la zona se produjo en los años setenta, en la época de la dictadura militar y sus planes desarrollistas. La resistencia popular que se generó en la zona consiguió que finalmente el proyecto fuera paralizado durante décadas.
El gobierno de Lula será el que rescate el viejo proyecto y lo incluya dentro de su plan de desarrollo.
El actual proyecto de Belo Monte responde al modelo neodesarrollista del gobierno brasileño y a su filosofía de crear corporaciones empresariales de capital mixto (público-privados). En este caso, se ha creado el consorcio Norte Energia que agrupa a empresas públicas como Eletrobras, Chesf y Eletronorte y a privadas como Neoenergia.

Es esta última la que nos interesa, pues Neoenergía es en realidad la filial de Iberdrola en Brasil, y, tras las últimas fusiones, se denomina así misma como el gigante energético de Brasil.


En junio de 2011 el proyecto consiguió la licencia para el inicio de la construcción, que se va a llevar a cabo  principalmente con financiación pública (80% con fondos públicos), lo que significa que el consorcio Norte Energía no asume prácticamente ningún riesgo.
El modelo es el siguiente: el tesoro nacional brasileño le presta dinero al BNDES (banco público) y este a su vez, se lo presta a Norte Energía. El estado asume todos los riesgos financieros, ya que si por ejemplo “una decisión judicial ordena paralizar las obras por cuestiones de licencia ambiental”, el perjudicado será este, que adelantó el dinero, y no las empresas privadas.

La hidroeléctrica de Belo Monte entró en funcionamiento parcial en 2015, estando previsto que los trabajos de construcción no acabarán hasta 2019.
En febrero de 2018, un tribunal federal en Brasilia ordenó que se suspendiera la construcción hasta que Norte Energía cumpliera los compromisos adquiridos en 2011 para proporcionar viviendas adecuadas a las personas desplazadas por la presa, incluídos pueblos indígenas y tradicionales que vivían a lo largo del río Xingú.
Los trabajos de construcción se han paralizado pero el funcionamiento parcial iniciado en 2015 continúa.

Las consecuencias han sido desastrosas y los impactos numerosos:
a) El impacto ambiental ha sido enorme: debemos destacar que la presa inundará unos 516 km2 de bosque y tierras agrícolas, pero el área afectada es tres veces mayor, unos 1.500 km2.  Ha obligado al desplazamiento de, al menos, 20.000 personas. Ha alterado gravemente el río Xingú "aguas abajo", afectando el proceso de transporte y sedimentación,  perjudicando a todas las comunidades indígenas que organizaban su sustento entorno a la pesca.
b) Ha impactado en 210 sitios arqueológicos de la región. Los pueblos de Arara, Yudjá, Asurini do Xingú, Parakana, Araweté, Kararao, Kayapos y Munduruku, además de los pobladores de Altamira han sido afectados por la inundación y la relocalización de sus habitantes.
c) En las zonas inundadas, suele producirse una considerable emisión de gases de efecto invernadero, debido a la materia orgánica en descomposición, con mayor intensidad en zonas tropicales favorecida por la temperatura. Este es un elemento que habitualmente se oculta pero que tiene mucha importancia: “la inundación de la selva genera un proceso de descomposición biológica que termina generando gases de efecto invernadero como el metano [...] en el caso de la amazonia es mucho más intenso por su carácter selvático [...] las presas de Balbina y de Tucurui en el Amazonas son un buen ejemplo de ello” (Bermann 2012b).
d) Otro gran impacto es la destrucción de biodiversidad: por una parte, tenemos la pérdida de vegetación nativa en un territorio amazónico; por otra parte, la “amenaza de extinción de especies endémicas en la parte del río que sufrirá la reducción del caudal” (Bermann 2012a: 4).
e) Un campo de gran conflictividad es el de las condiciones laborales en la obra. Desde principios de 2012 se han producido diferentes huelgas para enfrentar medidas empresariales que habían supuesto un retroceso en algunos derechos (Lopes 2012, Sposati 2012, Teixeira 2012).
El terreno salarial es uno de los ámbitos donde las infracciones de la empresa son muy graves. Una de las reivindicaciones es que Norte Energia pague el mismo salario a los que desempeñan la misma profesión, ya que no lo está cumpliendo (Lopes 2012). Otro de los retrocesos ha sido la supresión del pago por transporte, que suponía alrededor del 30% del salario (Sposati 2012)8 . Además, no se les está pagando las horas extras, como confirma un ex trabajador: “trabajamos oficialmente siete horas y media pero en realidad nos obligan a trabajar nueve horas y media [...] las dos horas diarias de más no las pagan” (Teixeira 2012).
f) Los impactos de orden comunitario están siendo y serán probablemente los de mayor gravedad, por eso es muy ilustrativo el esfuerzo propagandístico que está haciendo Norte Energia para intentar dar una imagen de empresa responsable socialmente. Sus anuncios con promesas de construcción o rehabilitación de centros de salud y educativos invaden la ciudad de Altamira.

El primer gran impacto en la comunidad y el más evidente es el desplazamiento de miles de personas  provocado por la construcción de la presa (desde el movimiento de apoyo a las y los afectados por las grandes presas se estima en 40.000 personas aproximadamente).
Al igual que ha ocurrido con otras presas en el país, en el caso de Belo Monte sólo se consideran afectadas a aquellas personas que van a tener que desplazarse por causa de inundación, por lo que miles habitantes no serán previsiblemente indemnizados.
Estamos hablando de miles de personas que han visto modificada su forma de vida y su economía tradicional debido al impacto de la presa. Un sector importante es el de los agricultores que viven en la ribera del rio Xingu y que dispondrán de un caudal de agua mucho menor para regar, por causa del desvío del cauce.
El aumento poblacional también está incidiendo en el crecimiento de la inseguridad, según señalan habitantes de Altamira (Melo 2012, Morera 2012). La obra no ha podido absorber a los miles que llegan y la desestructuración social se está agudizando, en una región ya de por sí empobrecida.
Han aumentado “los robos, los asaltos, la seguridad pública está cada vez peor” (Melo 2012).
Otro efecto de la llegada masiva de población ha sido el aumento de la inflación en rubros como la alimentación y la vivienda. “Ha habido aumento de precios en alimentos, en vivienda, en restaurantes, en las escuelas; todo aumentó” (Da Costa 2012). “Un grave problema es la vivienda, la especulación inmobiliaria tras la llegada de la empresa [...] Antes alquilábamos por 200 reales y ahora cuesta 200 o 300% más” (Morera 2012).
g) En el apartado de los impactos de género, el más relevante es el aumento de la prostitución asociada también a la llegada masiva de miles de personas (Oliveira 2012, Da Silva 2012, Melo 2012).
Adriana Oliveira, perteneciente al MAB, asegura que con la construcción de Belo Montelas mujeres están sufriendo mucho [...] se ha producido un aumento de la prostitución debido a la llegada masiva de trabajadores sin familia que buscan mujeres [...] las chicas que viven en la periferia pobre caen en la prostitución [...] les compran ropas, calzados, celulares [...] es otra forma de desestructuración social en un contexto de mucha precariedad y alto desempleo [...] también la inseguridad contra la mujer ha aumentado” (Oliveira 2012).
En Vitoria do Xingu, también se ha producido un aumento sustancial de la prostitución por la misma causa, según indica Marinalva Da Silva (2012), habitante del municipio.


No se que dirían los habitantes ( y las habitantes) de Altamira si este anuncio fuera proyectado en sus cines.
Pues eso, Iberdrola se encarga de  ..."cuidar el terreno de juego"...  (solo en cines).



Más información y fuentes de datos:
Miguel Uharte, Luis. UPV/EHU. Revista de antropología experimental, nº 16.
Página web de Iberdrola. Iberdrola te cuenta.
Fundacion Proteger, International Rivers y ECOA. Portal dams-info.org



No hay comentarios:

Publicar un comentario

  Cambio Climático: reflexiones para una ética posible. Iosu Marruedo. Biólogo La Conferencia Científica de las Naciones Unidas (también con...