martes, 12 de mayo de 2020

¿Por qué no desciende la concentración atmosférica de CO2? 
Iosu Marruedo. Biólogo


Han transcurrido dos meses de la entrada en vigor de las severas medidas de confinamiento adoptadas por la mayoría de los países europeos, a las que se han ido añadiendo EEUU y un buen número de paises de centro y sudamérica.
Bastante antes, desde enero de 2020, fueron China y otros países asiáticos quienes tomaron la delantera en la adopción de medidas de aislamiento y distanciamiento social para detener la expansión de la COVID-19, aunque ello conllevara la paralización de la producción industrial, del mercado y del consumo.

El transporte aéreo mundial, por señalar un ejemplo, a 10 de mayo de 2020 es tan solo el 10% de lo que teníamos a comienzos de año.

En las principales capitales del mundo y en prácticamente todas sus grandes ciudades se ha informado de la mejora de la calidad del aire, alcanzando parámetros óptimos, sobre todo en lo referente a la disminución de óxidos de nitrógeno, metano, dióxido de azufre y partículas sólidas en suspensión.

Hemos visto en TV el "antes" y el "después" comparando imágenes de satélite que monitorizan la concentración de óxidos de nitrógeno en la atmósfera.
La imagen siguiente es un ejemplo de ello.
En ella se puede observar el cambio producido en tan solo 10 días en la calidad del aire de las principales ciudades españolas por reducción de oxidos de nitrógenos presentes en el aire (Fuente: Elena Sanchez-García. Satélite Sentinel-SP)

Imágenes similares localizadas en China, Europa ... dan testimonio del efecto positivo sobre la calidad del aire, consecuencia de "la gran parada" de actividad mundial ocasionada por la Covid-19.

Pero sorprendentemente, durante estos meses nadie habla del CO2, aunque siga siendo considerado como el principal responsable de la "crisis climática".

Tenemos la evidencia de la reducción drástica y rápida de la concentración de contaminantes en el aire (aerosoles, NOx, SO2 ...) como efecto global, mundial.
Este fenómeno es coherente con la suposición de que la principal fuente de emisiones contaminantes es la actividad humana (industria, transportes, ganadería intensiva ...).
Y los hechos así parecen confirmarlo, ya que al detener estas actividades hemos observado que la concentración de estas sustancias en el aire ha disminuido nítida y rápidamente.

Pero no ha ocurrido así con el CO2.
Contrariamente a lo observado con los óxidos de nitrógeno, metano ... la concentración atmosférica de CO2 no ha disminuido.
Durante el último año ha seguido aumentado hasta alcanzar las 417.10 ppm (partes por millón) el 10 de mayo de 2020, tal y como puede observarse en la siguiente imagen elaborada según registros del observatorio de Mauna Loa (Hawaii, EEUU).

Uno de los pilares fundamentales que sostienen la Teoría del Cambio Climático atribuye a las actividades humanas (empleo de combustibles fósiles, agricultura intensiva, cambios de uso del suelo ...) la principal responsabilidad del incremento de la concentración atmosférica de CO2, considerando como casi irrelevante el aumento de concentración debido a emisiones naturales (océanos, vulcanismo ...).
Y sobre este supuesto se han construido la mayor parte de evaluaciones, recomendaciones y planes de futuro con el fin de frenar y revertir el llamado Cambio Climático.

La Covid-19 ha detenido la "gran fábrica mundial", ha detenido los transportes, ha detenido el consumo y ha limpiado el aire de las ciudades.

Pero no, el CO2 no ha disminuido.

Sigue ingresando nuevo CO2 en la atmósfera, con ritmo creciente, aunque sabemos que la fuente antrópica está muy disminuida.

¿Debemos seguir pensando que el incremento de CO2 se debe principalmente a las emisiones producidas por las actividades humanas?.
¿No deberíamos sospechar que si la fuente de CO2 antrópico se cierra pero el CO2 sigue entrando en la atmósfera incrementando su concentración semana tras semana pueda esto ser debido a que existen otras fuentes (naturales) con mayor protagonismo que el que hasta ahora se les ha dado en los modelos climáticos del IPCC?. (En los modelos climáticos del IPCC, las fuentes naturales de CO2 se suponen estables, no sujetas a ciclos de oscilación).

Evidentemente carezco de respuesta para estas preguntas, pero sí que espero, con curiosidad creciente, que los expertos del Clima se manifiesten al respecto.
Si el CO2 mantiene la tendencia observada hasta hoy, creo que los científicos del Grupo Intergubernamental de Expertos para el Cambio Climático (IPCC)  deberán revisar sus supuestos y rehacer sus modelos climáticos.

Y además, la curiosidad y la búsqueda del conocimiento ayudan a combatir el aburrimiento.
Todo ventajas.

Salud y prudencia en el desconfinamiento.

lunes, 23 de marzo de 2020

¿Podría la COVID-19 reducir la concentracion de CO2 atmosférico?
Iosu Marruedo. Biólogo.

La COVID-19 lo ha cambiado todo.
En un tiempo récord, ha sacudido el complejo entramado de relaciones, producción, desplazamientos e intercambios mercantiles, bloqueándolo y paralizando el mundo entero.
Pero al mismo tiempo, ha convertido el planeta en un inmenso laboratorio experimental.

En el ámbito de las Ciencias de la Atmósfera y del Clima, uno de los principios asumidos como ciertos en la teoría del Cambio Climático atribuye al aumento de concentración de CO2 atmosférico la principal responsabilidad del Calentamiento Global. Y afirma también que la mayor parte de ese aumento procede de las emisiones procedentes de las actividades humanas.
En consecuencia, toda medida dirigida a afrontar el Cambio Climático debe pasar inexorablemente por la reducción de esa concentración de CO2, no existiendo para ello otro camino que la reducción drástica de las emisiones de gases a la atmósfera.
Estas afirmaciones se sustentan en las conclusiones extraídas de la experimentación con escenarios simulados, reproducidos en modelos climáticos en un ordenador.

El tamaño del escenario (el planeta Tierra) y la complejidad de los sistemas y agentes implicados hacían imposible el diseño de experimentos de campo, sobre el terreno, en condiciones controladas; es por ello que se recurría a simular en un ordenador las condiciones ambientales (supuestamente, a criterio y conocimiento del constructor del modelo) y a partir de ese punto se "hacía correr" el modelo hacia el futuro, observando los fenómenos que tenían lugar.
Así se ha funcionado hasta hoy.

Pero el SARS-CoV-2 (virus causante de la pandemia COVID-19) sí ha detenido el mundo, reduciendo el 40% de actividad en China desde principios de enero, reduciendo el tráfico aéreo en Europa al 50% (11 de marzo), prohibiendo desplazamientos, causando un parón global en la actividad industrial, haciendo caer el uso, demanda y precio del petróleo hasta cifras que nadie podría creer hace tan solo un mes.

La COVID-19 nos ha preparado el terreno, nos ha regalado unas condiciones de experimentación que nunca pensaríamos poder obtener de otra manera ; pues aprovechemos y construyamos el experimento.

¿Cabría esperar que esta repentina parada mundial en la quema de combustibles fósiles hubiera dejado ya alguna señal en los registros de concentración atmosférica de CO2 durante el mes de febrero de 2020?

El lugar de monitoreo más utilizado para el control de la evolución temporal del CO2 atmosférico es el observatorio de Mauna Loa (Hawai. EEUU) situado a gran altura en una zona de alta presión persistente, que debería ser capaz de detectar estos cambios a medida que el Sistema Clima se mueve por el mundo.
La Imagen 1. muestra la evolución temporal de CO2 atmosférico desde la segunda semana de marzo de 2019 hasta la segunda semana de marzo de 2020. Las cumbres y valles que se observan son variaciones estacionales causadas por la escasa actividad fotosintética de la vegetación en el hemisferio norte durante el invierno.

Imagen 1.
Como puede observarse, la respuesta a la pregunta anterior es NO.
Quizás sería más prudente decir, todavía NO.
Ni en enero de 2020, ni en febrero, ni en las dos semanas de marzo representadas en la gráfica aparece ninguna señal que indique reducción de la concentración de CO2,
Aunque sabemos que la emisión de CO2 de origen antrópico (originada por las actividades de la Humanidad) ha descendido bruscamente, observamos que la concentración atmosférica sigue creciendo

¿Ineresante, no?

Ante la observación de estos datos, caben diferentes actitudes:

a) Podemos no hacer caso y esperar; quizás la señal llegue con retraso y se perciba dentro dos meses. Mientras tanto, podemos adherirnos a la teoría convencional (mayoritaria) promovida por el IPCC: el aumento de las emisiones de CO2 de origen antrópico es la causa del aumento de su concentración en la atmósfera y ésta, a su vez, provoca el Calentamiento Global.
Y si al cabo de un mes el registro de Mauna Loa muestra un "valle" en la tendencia anual, pues todos contentos, el IPCC está en lo cierto, el CO2 de origen antrópico es quien "tira" hacia arriba de la Temperatura global.

b) Podemos considerar que los incendios que han arrasado Australia desde el otoño pasado, han inyectado en la atmósfera suficiente cantidad de CO2 durante este invierno como para cubrir el déficit provocado por el parón de la pandemia COVID-19.
Es una consideración interesante y existen investigaciones en marcha dirigidas a conocer el verdadero papel de los aerosoles de incendios y volcanes en la meteorología y el Clima, pues hasta el presente, hay científicos que afirman que causan enfriamiento mientras otros afirman lo contrario.
Los incendios de Australia han arrojado a la Atmósfera (y Estratosfera, llegando hasta los 22 km de altura) ingentes cantidades de gases, cenizas y aerosoles.
Constituye este fenómeno otro ensayo real (no simulaciones) para averiguar su impacto en la temperatura global terrestre y el Sistema Clima. Pero por ahora, tenemos que esperar a las conclusiones.

c) Podemos reconsiderar otras  estudios, valoraciones y resultados que difieren de lo que se llama ciencia climática convencional. Son las posiciones sostenidas por los científicos escépticos.
Estos científicos (grupo minoritario) no niegan la evidencia del Cambio Climático, pero sí ponen en duda su causa humana,  su magnitud o la gravedad de los daños que pudiera ocasionar. Podemos citar entre ellos a Judith Curry, Anthony Watts, Roy Spencer, John R. Christy, Murry Salby ...

Conviene aclarar que su posición "escéptica" afecta únicamente a los agentes y procesos de cambio en el Sistema Clima, no al problema global de los agentes y procesos de contaminación de los Sistemas Naturales. No debemos mezclar contaminación y Clima, son sujetos de estudio relacionados, pero bien diferentes.

El fuego cruzado entre las posiciones convencionales (IPCC) y los argumentos de las teorías no convencionales es intenso y enormemente interesante.
Lamentablemente, el libre acceso al contenido de esos debates con cruce de argumentos científicos en un sentido u otro es difícil, por un lado debido a la propia dificultad de comprensión de determinados conceptos de física de la atmósfera pero, principalmente, porque están completamente marginados de los medios de difusión,donde lo que se anuncia es la existencia de consenso en torno a la teoría convencional , que se presenta como cierta y probada, por lo que el debate es ya innecesario.

Quisiera llamar la atención sobre una de las teorías no convencionales, la teoría promovida por el Dr. Murry Salby  (Helmut Schmidt University, Hamburgo. Alemania).
En el video que puedes ver más abajo tienes acceso a una de sus últimas conferencias (en inglés), en la que responde a críticas recibidas y rebate determinados supuestos utilizados en la construcción de los modelos climáticos que utiliza el IPCC y en los que èste se basa para sostener la teoría convencional.
El Dr. Salby ha realizado numerosos trabajos de investigación con objeto de conocer el origen del CO2 que ingresa en la atmósfera,  utilizando como metodología principal la variación temporal de la relación entre los isótopos C13/C12 en el CO2.

  Video conferencia del Dr Salby, argumentando en defensa de su teoría (en inglés, con subtítulos en inglés).

Afirma y argumenta que el incremento de CO2 en la atmósfera debido a las actividades de la Humanidad (CO2 de origen antrópico) constituiría tan solo el 20-30% del total, correspondiendo el 70-80%  restante a CO2 de origen natural.
Afirma que desde el s. XIX el planeta experimenta un  proceso de Calentamiento Global natural, una oscilación natural templada en respuesta a la fase fria iniciada en el s.XVI conocida en Europa como la Pequeña Edad de Hielo.
Ese aumento de la temperatura global causa la desgasificación de mares y océanos ya que la solubilidad de los gases en el agua es inversamente proporcional a la temperatura de ésta (Ley de Henry); de esta manera enormes cantidades de CO2 entran en la atmósfera procedente de los océanos, reforzando a su vez el efecto invernadero, causando más calentamiento y más desgasificación.
Es decir, según él, ".. es el aumento de temperatura global quien causa el aumento de CO2 y no al revés como sostiene la hipótesis convencional del IPCC ....".  

Para el Dr. Salby, hasta el 80% del aumento de CO2 en la atmósfera tendría origen natural, procedente de océanos y respiración de masas vegetales continentales; tan solo el 20% tendría un origen antrópico (actividad humana). Si pasado un tiempo no se aprecia ninguna señal de reducción de la concentración de CO2, habiendo existido una brusca merma en sus emisiones antrópicas, la hipótesis del Dr. Salby saldría reforzada y el IPCC tendría que revisar alguna de sus suposiciones.
Critica fuertemente los supuestos del IPCC empleados en sus modelos climáticos en lo referente a los sumideros de CO2; afirma que los sistemas terrestres están interconectados, no compartimentalizados, por lo que la "salida" de CO2 de la atmósfera se hará siempre a la velocidad del sumidero más eficaz, más rápido; en los modelos climáticos del IPCC, los sumideros están compartimentalizados, cada uno vacía de CO2 su compartimento (suelos, mares, lagos ...), de tal modo que la velocidad de retirada de CO2 de la atmósfera viene impuesta por el sumidero más lento; este planteamiento crea sobrecalentamiento en todas las simulaciones.

¿Quien  está en lo cierto?

Bien, si te aburres con el confinamiento, estás ya cansado de Netflix, has planchado el montón de ropa que llevaba un mes en el armario esperando su oportunidad ... y no sabes que hacer, pues ya tienes algo en lo que pensar, y atento a esta tarea:
Tarea :
observa la evolución de la curva de CO2 (curva de Keeling) haciendo click en este enlace.
Puedes elegir la representación gráfica semanal, de los últimos seis meses, anual, ....
Te recomiendo la anual.  Veremos si desciende.

Si ves novedades, añade un comentario.
Buena suerte.


jueves, 19 de marzo de 2020

Los invitados indeseables
Iosu Marruedo. Biólogo

Nadie lo habia invitado, pero se ha presentado. Y su presencia está causando cambios en todos los sitemas globales (tanto naturales como antrópicos) de una magnitud y rapidez desconocida hasta el presente.
Como ya habrás adivinado, me refiero a la actual pandemia por COVID-19, que ha irrumpido en el planeta alterando profundamente el estado de todos los sistemas: ha puesto patas arriba la Sociosfera (trama social de relaciones económicas, sociales, culturales ...) Tecnosfera (sistemas de producción, redes tecnológicas y cadenas industriales), Atmósfera (ha provocado una disminución brusca de las emisiones de CO2, metano, SO2 ... limpiando el aire de las ciudades como ni en los más optimistas sueños de Greta Thunberg ) líneas de transporte aéreo y marítimo, fronteras, .....    
Presenciamos atónitos (por lo inesperado) la rapidez con la que se extiende la amenaza a la salud de los individuos, las tensiones que esto crea en los respectivos sitemas de salud de cada país, la parálisis del tejido productivo que las medidas adoptadas conllevan y la destrucción económica consecuente, que están ocasionando un empobrecimiento global inimaginable hace tan solo un mes atrás.

Pero también podemos ver algún aspecto positivo:
Desde la perspectiva de la Ciencia experimental, por primera vez en el campo de las Ciencias del Medio Ambiente, tenemos un laboratorio (accidental, eso sí) en el que podemos experimentar (no simular en programas de ordenador) a escala real las interacciones de agentes desconocidos hasta la fecha.   
Por primera vez, podremos verificar (no simular) si una rápida reducción de emisiones de gases a la atmósfera tiene incidencia en las temperaturas medias globales de la baja troposfera. Podremos observar la magnitud y velocidad de esos cambios.

Junto con el otro invitado no deseado que el planeta ha recibido en estos últimos meses (los devastadores incendios en el continente australiano, que han arrojado a la atmósfera toneladas de gases y aerosoles, llegando hasta los 22 km de altitud) podremos observar en directo y a escala global la influencia de los aerosoles en el efecto invernadero terrestre,  podremos relacionar entre sí parámetros de la Sociosfera con parámetros de la Atmósfera, Biosfera, Hidrosfera ..... (como por ej. ¿las medidas de contención adoptadas son más eficaces en regímes autoritarios o en regímenes democráticos?; ¿el estado de bienestar se garantiza desde un sistema de salud privado o sistema de salud público?; ¿debe replantearse la relación entre el sistema de bienestar y el nivel de consumo? ¿cual es el consumo aceptable, justificado para el mantenimiento del estado de bienestar? ....) y aumentar el conocimiento sobre las complejas interacciones que tienen lugar en nuestro planeta.

A la espera de novedades sobre todos estos ensayos que ya están en marcha (tanto ambientales como socio-económicos y epidemiológicos) salud,  paciencia y buena suerte a todos,  tengamos la esperanza de que al final de esta crisis nuestro conocimiento en todos esos ámbitos será mayor.


sábado, 8 de febrero de 2020

El Delta del Ebro: ya no sostenible, dificilmente soportable.
Iosu Marruedo. Biólogo.

Durante los días 19-21 del pasado enero, la borrasca Gloria afectó gravemente el litoral mediterráneo (especialmente en la comunidad de Valencia y Cataluña) , provocando abundantes lluvias y nevadas en el interior, riadas, inundaciones y cuantiosos daños en playas, paseos marítimos y zonas costeras urbanizadas; pero la noticia más relevante reside en los gravísimos daños producidos en el conjunto sedimentario del Delta del Ebro, con rotura de su perímetro en diversos puntos, y penetración del agua de mar hasta casi engullirlo por completo.

En la animación podemos apreciar la diferencia de superficie Tierra/Agua  entre el 11 de enero y el 23 de enero tras el paso de Gloria. (Imagen: Satélite Sentinel 2A-2B. Indice EVI.). La parte sumergida se aprecia en color azul claro;  como puede observarse, la mitad norte del Delta fue casi completamente anegada por el mar.


En las dos imágenes siguientes, utilizando la banda del infrarrojo próximo (Sentinel 2A) se ponen de manifiesto los daños sufridos en el perímetro del conjunto sedimentario, especialmente en la barra del Trabucador y los arenales de la playa de la isla de Buda, comparando el estado del 11 de enero con el 26 de enero tras el paso de la borrasca Gloria.




El 23 de enero, algunos medios de comunicación difundieron imágenes satelitales del antes y el después, dando a conocer la magnitud y gravedad de los daños en el Delta del Ebro. El desastre era importante, considerando, además del Delta, el elevado número de municipios afectados con destrucción de sus paseos marítimos, daños en edificaciones próximas al litoral y desaparición de playas. Y esto era noticia.

Y esta noticia podría haber sido aprovechada como ocasión de proporcionar datos y opiniones de especialistas, intentando aumentar el conocimiento del ciudadano sobre los asuntos del medio ambiente y, de esta manera, contribuir a formar criterio y fomentar actitudes responsables.
Pero no fue así. Todo quedó reducido al impacto mediático de las imágenes de riadas, inundaciones y desperfectos urbanísticos, con abundantes referencias al elevado riesgo de nuevos sucesos semejantes que tan solo contribuían a la difusión de miedo.

El tratamiento dado en los medios de comunicación (prensa escrita, radios, televisiones ..) al paso de la tormenta Gloría y a sus efectos se centró en difundir un doble mensaje:
1. Las tormentas como Gloria son un fenómeno nuevo, reciente, desconocido hasta el día de hoy.
2. La Tormenta Gloria es Cambio Climático; a partir de ahora, con toda probabilidad, tormentas semejantes se repetirán con mayor frecuencia.

Y como otras tantas veces, los datos y el conocimiento actual sobre estos fenómenos nos presentan una realidad diferente.

Porque no es verdad que la tormenta Gloria sea un fenómeno nuevo y raro.
Hace ya algunos años (2008) científicos de la Universidad de las Islas Baleares (UIB) iniciaron un estudio de las tormentas "tropicales" en el Mediterráneo, hasta entonces un fenómeno meteorológico poco conocido y poco estudiado.
Detectaron (entre 1983 y 2008) unas 40 tormentas, denominadas medicanes, (mediterranean hurricane) con las mismas características que las borrascas tropicales pero sin alcanzar la intensidad de los huracanes. Este fenómeno ha afectado en siete u ocho ocasiones a las costas peninsulares españolas y en seis a las de las islas Baleares (atendiendo tan solo al período de 25 años objeto de ese estudio). Según el entonces Director de esta investigación del Centro de Meteorología del Departamento de Física de la UIB, Lluis Fita:
...."los medicanes son un fenómeno meteorológico poco conocido; hasta ahora no se había hecho un recuento de los mismos ni un estudio de por qué se producen, algo que aún está en parte por esclarecer"....
Los medicanes son más frecuentes de lo que parece, produciéndose uno o dos al año. La primera tormenta de este tipo detectada en el estudio data de 1983 (Sicilia), si bien tenemos testimonios de tormentas anteriores, como la del 29 de diciembre de 1959 que también afectó gravemente al Delta del Ebro.
El profesor de Meteorología de la UIB, Romu Romero (cuyo grupo lleva años investigando los medicanes) afirmó, en 2017, que,en la medida que la temperatura del Mediterraneo ascienda en los años venideros, se espera una reducción (entre un 5% y un 10%) en el número de tormentas, pero que cuando se formen, serán más intensas.
Es decir, las tormentas tropicales en el Mediterráneo se reconocen como un fenómeno "característico" de este mar, con frecuencia e intensidad cambiante, en la medida en que la temperatura del mar es también cambiante.


Debemos recordar que el Delta del Ebro conoció el periodo de mayor crecimiento de su historia entre 1900 y 1920.
A partir de la década de los 30, coincidiendo con la construcción de los primeros embalses y regadíos, su expansión se detuvo.

Los conjuntos sedimentarios deltaicos, todos, siempre están sujetos a un proceso natural de hundimiento (subsidencia) por compactación de los sedimentos blandos que allí  deposita el río.
La única manera de compensar el hundimiento es añadir nuevos sedimentos.
De esta manera, el aspecto y estado en un momento determinado de un delta, será el resultado de un equilibrio inestable entre la acción constructora del río (que debe aportar continuamente nuevos sedimentos) y la acción destructora del mar, que tiende a erosionar, transportar y dispersar por todo el litoral los materiales entregados por el río.

Cuando un río deja de aportar sedimentos suficientes en la desembocadura, su delta empieza a retraerse incluso hasta su total desaparición; y esto ocurre con Calentamiento Global o sin Calentamiento Global, siendo ésta una variable casi irrelevante ante el resultado final.

En la década de los 40, el retroceso de la desembocadura del Ebro es ya notorio.
El 29 de diciembre de 1959, una gran tormenta (un medicane) combinada con la crecida del río casi derriba el faro de Buda. En 1962, el faro desaparece para siempre.

El elevado número de embalses construidos en la cuenca del Ebro y el aumento de la superficie de regadío durante el siglo XX ha ocasionado una drástica disminución de los sedimentos hacia el Delta. Se estima que los embalses retienen el 93,7% de los sedimentos (Varela et al. 1986) que el río aportaría al Delta.
En esta imagen de la cuenca Hidrográfica del Ebro, el círculo rojo representa el área actual de aportación natural de sedimentos para la acción constructora deltaica (desde el embalse de Flix hasta la desembocadura). 

El mar Mediterráneo sigue actuando como de costumbre, con periódicas tormentas que tienden a disgregar los sedimentos deltaicos aportados por el río Ebro. Pero el Ebro carece ya de la capacidad de reposición de los materiales dispersados por el mar.
El diálogo entre el mar y el río que se produce en el Delta lleva camino de convertirse en un monólogo a cargo del mar.
La decisión de construir más embalses y más regadíos en el interior conlleva implícita la decisión de  reducción del Delta del Ebro. Deberíamos ser conscientes de ello, asumir las decisiones y adaptarnos a sus consecuencias.

El Delta del Ebro hace años que no es sostenible, pues hace mucho tiempo que perdió la capacidad de mantenerse a sí mismo.
Quizás pueda ser soportable durante algunos años más, dependiendo de la magnitud del soporte que le brinde la intervención humana sustitutiva.

Salvo que se realicen importantes acciones (con fuerte inversion económica) para recircular los sedimentos atrapados en los embalses, garantizar un caudal suficiente en la desembocadura y construir ( obra de ingeniería) nuevas barras de protección para el perímetro deltaico más debilitado, podemos afirmar que al Delta del Ebro le espera un futuro muy negro.
La pérdida del Delta no entraña tan solo la pérdida de un paisaje o destino turístico; con el Delta, se pierde biodiversidad, se pierde agricultura, se pierden playas y un muy importante agente de modelado litoral, se pierden pesquerias ..... 

A diferencia de los escuchado  a presentadores y tertulianos, invocando repetidamente la expresión Cambio Climático  como la causa de todos los males que nos ha traído Gloria, os recomiendo la lectura del comunicado realizado el 24 de enero por el Ilustre Colegio de Geólogos en el que se recomienda "deconstruir el litoral y aportar sedimentos a los ríos para evitar otras catástrofes".
Sin utilizar ni una sola vez las expresiones Cambio Climático ni Calentamiento Global, se presenta en pocas líneas un acertado diagnóstico del problema y se apunta la solución.
En palabras del geólogo Joan Manuel Vilaplana (experto del ICOG en Riesgos Naturales y miembro del RiskNat de la Universidad de Barcelona):

.." los temporales de levante son fenómenos relativamente frecuentes en el Mediterráneo, pero con un litoral tan antropizado por infraestructuras y viviendas en primera línea y unos ríos y rieras que no acarrean sedimentos, estamos impidiendo la renovación natural de las playas .... debemos dejar que éstas actúen como barrera natural frente al mar"..." debieran retirarse infraestructuras y viviendas de primera línea y trasladarlas al interior"...

Un litoral antropizado es aquel que se encuentra ocupado (y alterado) por infraestructuras (autopistas, vías ferroviarias ..) complejos hoteleros, urbanizaciones de chalets, paseos marítimos sobre el mismo límite de altamar ocupando el arenal, diques y puertos deportivos .....

En este video se observan los daños del temporal Gloria en Denia (Valencia), constituyendo un buen ejemplo de litoral antropizado.

Tan solo una mezcla de ingnorancia, avaricia e insensatez han podido llevar a tantos ayuntamientos de la costa mediterránea a la aprobación de planes urbanísticos "suicidas", como el que podemos ver en este video, multiplicando irresponsablemente el número de dianas sobre las que los temporales pueden hacer blanco.

Utilizar el complejo fenómeno del Cambio Climático como explicación de lo sucedido, me recuerda al suceso de las epidemias de peste europea en el s. XIV atribuidas al castigo de la ira de Dios por nuestros pecados.
La causa no es el ascenso del mar (una de las terribles armas del Cambio Climático).

Haciendo clic aquí puedes ver una representación global de la magnitud del ascenso del nivel del mar Mediterraneo.
La tendencia de los últimos 26 años, muestra un ascenso de 0.5-1 mm frente a Málaga, de 1-2 mm frente a Valencia y de 2-3 mm frente a Cataluña.
La NOAA fija un valor  (global medio para todo el Mediterráneo) de 2,3 mm al año.
Eso son 23 cm de ascenso en 100 años; pero las olas durante el temporal alcanzaron 6 metros; las depresiones tormentosas abomban la superficie del mar y lo elevan, añadiendo un fuerte oleaje causado por los vientos. Esto es lo que ha producido los daños. Después de las 46 horas de duración de la borrasca, el mar vuelve a su sitio.

Por lo tanto, cuando las olas entran en el salón de tu chalet de primera línea, no es el Cambio Climático, eres tú que estás donde nunca deberías haber estado.
Cuando el Delta se desnuda de sedimentos, que quedan retenidos en las paredes de los embalses, no es el Cambio Climático, es la consecuencia de un modelo de desarrollo que promueve la construcción de embalses y regadío.

Ayer conocí que el Ayuntamiento de Ontynent (Alicante) ha adoptado el acuerdo para comprar y derribar 40 viviendas situadas (desde hace 42 años) junto al cauce del río Clariano y que resultaron completamente anegadas tras el paso de la tormenta Gloria. En el lugar todavía ocupado por estas viviendas (ya habían sufrido otras inundaciones anteriormente) el Ayuntamiento construirá un parque fluvial inundable.
Hay un viejo refrán valenciano que dice .." A vora riu, no faces niu".. (Al lado del río, no hagas nido). Pues eso.
Si cunde el ejemplo del Ayuntamiento de Ontynent quizas quede alguna esperanza de que, lentamente, empezemos a caminar en la buena dirección y la próxima tormenta nos pille mejor preparados. Porque habrá próxima tormenta.













domingo, 24 de noviembre de 2019

El informe de los 11258 científicos.

En una publicación de la revista BioScience (del Instituto Americano de Ciencias Biológicas), del 5 de noviembre de 2019, un grupo formado por cerca de 11258 investigadores (de 153 países) lanza una advertencia sobre las consecuencias desastrosas para nuestro planeta si la Humanidad no cambia sus hábitos y la manera de pensar en el medioambiente
 ..."Un sufrimiento sin igual es lo que espera al planeta si no se toman medidas radicales para disminuir las emisiones de CO2 y otros factores que contribuyen al agravamiento de la crisis climática"...
Su llamada de atención es el resultado del análisis de información, datos y publicaciones de los últimos 40 años, referentes a cambio climático, usos de la energía, usos del suelo, crecimiento de la población humana, variación del hielo polar, emisiones de CO2 y producto interior bruto de las naciones.
Proponen seis objetivos para la acción:
a.- Reforma del sector energético.
b.- Reducción de los contaminantes de corta duración (atmosféricos).
c.- Restablecimiento de los ecosistemas.
d.- Hábitos de alimentación:comer principalmente alimentos de origen vegetal.
e.- Establecimiento de una economía libre de CO2
f.- Estabilización de la población humana e idealmente, reducción.

Conocí la presentación de este informe-advertencia a través de una noticia de prensa. La vinculación entre crisis climática y problemas demográficos, económicos y energéticos atrajo mi interés, pues son raros los artículos en los que se analiza la totalidad de la compleja trama de lo que solemos llamar Cambio Climático. Fuí a BioScience y leí la reseña completa.
Hay que reconocer el gran trabajo realizado, procesando un enorme número de datos y dando ejemplo de cooperación en el trabajo científico; así mismo, se reconoce la intención de presentar el fenómeno del Cambio Climático como un problema complejo, con múltiples rostros, que demanda cambios en los hábitos y comportamiento de la Humanidad, si bien estos no quedan bien explicados.


Pero me sigue sorprendiendo (y defraudando mis expectativas iniciales sobre este informe) que la justificación de la necesidad y urgencia de esos cambios se apoye exclusivamente en la existencia de una crisis climática. Todo mira hacia el Cambio Climático; toda la argumentación está dirigida a enfrentar el Calentamiento Global.
¿Habría que pensar que si no hubiera un ascenso de la temperatura media global la Humanidad no tendría que replantearse nada acerca de su proceder en el planeta?.

El informe asume todos los supuestos (y vocabulario) propios de la ortodoxia del Cambio Climático (a saber, el aumento de las emisiones de CO2 es el principal causante de un calentamiento global rápido, continuo y sin precedentes, con consecuencias catastróficas si no se revierte el nivel de enisiones) y hace abundantes concesiones al alarmismo; sin embargo, va un poco más allá de las cuestiones atmosféricas introduciendo elementos que por lo general, suelen estar ausentes en el relato difundido  en los medios de comunicación, como son el problema demográfico y el problema socio-económico.

Este hecho (el esfuerzo de presentar la complejidad) hace que todavía sea más dificil entender la razón por la cual nos advierten repetidamente de la existencia de una crisis o emergencia climática y no de una crisis demográfica (demasiados habitantes en el planeta) o una crisis energética (brecha energética entre sociedad rica y sociedad pobre), o también, de una crisis del sistema de libre mercado (crisis del mito neoliberal del crecimiento ilimitado de los beneficios).

¿Por que no se puede decir que existe una crisis demográfica, o una crisis del sistema económico global en lugar de crisis climática?

Si te fijas en los seis objetivos de acción que proponen (en el informe no aparecen jerarquizados) no hay referencias a la contaminación de los sistemas naturales y cadena alimentaria a causa de residuos tales como metales pesados (mercurio, plomo ..) , productos fitosanitarios, disruptores endocrinos (xenobióticos presentes en PVC, plásticos, pinturas ...) , residuos procedentes de actividad militar y bélica ...

Todo parece centrado en la atmósfera, en evitar la emisión de gases y el efecto invernadero asociado  (los objetivos b, d y e van en esa dirección).
La impresión inicial de tratamiento de la complejidad se va diluyendo conforme se avanza en la lectura del artículo, constatando que la casi totalidad de su contenido gira en torno al Calentamiento Global y a los contaminantes atmosféricos que lo provocan (los gases de efecto invernadero).
Esto hace que podamos fácilmente confundir una de las múltiples consecuencias del problema (el calentamiento global, en este caso) con la causa del problema (el sistema global de libre mercado, incompatible con la justicia social).

¿Acaso el ritmo de crecimiento de la población humana y la contaminación de los sistemas Naturales por los residuos que producimos no constituyen en sí mismos suficiente argumento para repensar la manera de relacionarse de los grupos humanos con el medioambiente?. ¿Por que se apuesta la necesidad del cambio de hábitos de la Humanidad a la única ficha de frenar y revertir el Calentamiento Global?
Porque hay que recordar que el CO2 no es un contaminante, sino que es un eslabón necesario en el ciclo del carbono; aunque suele ser presentado (erróneamente) como un contaminante atmosférico. Cualquier día de invierno, encerrado en un aula de secundaria con mis 24 alumnos, hemos respirado aire con más de 500ppm de CO2 (hoy, la curva de Keeling marca 410 ppm), sin padecer ningún problema.
Pero el cadmio (o el mercurio, las dioxinas ..) en el pescado, o en el agua sí constituyen un grave problema, estos son los contaminantes peligrosos.

Siempre he creido que la adaptación a un clima más templado es posible, pero nunca el ser humano podrá adaptarse a ingerir alimentos con mercurio o con dioxinas, ftalatos, bisfenol A  .... Y, hoy en día, estas sustancias están ya presentes en nuestra dieta.
Siempre he creido que nuestro problema ambiental más grave (y ante el cual carecemos de capacidad adaptativa) es la contaminación de los Sistemas Naturales (aire, aguas, suelos.... no solo la atmósfera) y de la cadena alimentaria (de los seres vivos) por parte de residuos derivados de las actividades de las sociedades ricas y derrochadoras del llamado primer mundo.
Siempre he creído que el sistema de libre mercado (versión actual del capitalismo) basado en la creencia en el crecimiento infinito de los beneficios es la principal dificultad para levantar el pie del acelerador, consumir más despacio (especialmente los paises más ricos), consumir menos y, en definitiva, aceptar empobrecernos un poco (otra vez, especialmente las sociedades más ricas).

Según datos del Banco Mundial (2014) el consumo de energía eléctrica per cápita en Camerún fue de 275kWh mientras que en Canadá fue de 15588 kWh. Creo que este ejemplo es lo bastante sugerente a la hora de identificar el tamaño de la brecha energética y en consecuencia, determinar quien debe modificar sus hábitos y comportamientos pisando el freno.
A mi juicio, la superación de esta brecha energética es una emergencia mayor que la climática, tanto si nos encontramos con 1,5ºC de más o de menos en la temperatura superficial global.
Existiría la misma emergencia socio-económica si estuviéramos en una etapa de enfriamiento global y los consumos per cápita fueran semejantes.

Porque, en mi opinión, la respuesta adaptativa más eficaz e inmediata sería abandonar la economía del crecimiento infinito, del libre mercado, para entrar en un sistema de mercado global regulado.
Esto supone un alto grado de coordinación, cooperación  y acuerdo entre los Estados. Pero es la única manera de frenar la locura consumista en la que los paises del primer mundo estamos metidos y los del tercer mundo anhelan.
El nivel de consumo energético (y residuos generados) y el número de individuos consumidores (población humana, tamaño del mercado) son dos parámetros de primera importancia que determinan el estado de salud de nuestra atmósfera, hidrosfera (rios, aguas subterraneas, mares y oceanos), suelos y demás poblaciones de seres vivos (biosfera).
No se puede hablar del estado de la atmósfera sin hablar de la población humana y de la trama social, económica e ideológica en la que se desarrolla su actividad. 
Parece que todavía nadie se atreve a afirmar que el tamaño actual de la población humana es un grave problema que dificulta las soluciones energéticas a nivel global.

El informe me ha decepcionado especialmente en el tratamiento miedoso del problema poblacional.
Me ha recordado el estilo retótico de los mensajes de Navidad del Rey de España.
Hay que decir alto y claro que el planeta no necesita tantos seres humanos y que somos ya un obstáculo para el restablecimiento de los ecosistemas (objetivo b).
La visión judeocristiana del mundo según la cual los recursos de la Creación (planeta) tienen como único fin servir al Ser Humano deberían quedar excluida del trabajo científico.

Obsesionados como estamos con el Cambio Climático, con el CO2 y con revertir (dichosa palabra) urgentemente la situación hacia no sé cual etapa anterior (podrían decirlo de una vez), dejamos de lado la tarea de coordinación entre los Gobiernos para hacer frente al problema del crecimiento de la población (80 millones más cada año, estos últimos años) y abandono del sistema de libre mercado y su sustitución por un sistema económico más justo y racional.

A propósito de revertir (el gran objetivo de las medidas propuestas por el IPCC), convendría aclarar una vez más que el sistema Clima carece de un estado óptimo o correcto que pueda ser utilizado como referencia para poder definir otros estados como desviados o incorrectos.
El Sistema Clima oscila continuamente en torno a un escurridizo estado de equilibrio que todavía no conocemos bien (incluso hay quien afirma que pudiera existir más de un único estado de equilibrio), y se caracteriza por "danzar" de modo caótico (hoy por hoy impredecible) entre fases frías y frases templadas, buscando alcanzar ese hipotético estado de equilibrio.
El objetivo de revertir el estado de la atmósfera ( y del Clima) al de finales del siglo XIX, o al de 1965 (o a cualquier otra fecha), carece de todo fundamento científico y no es más que una creencia subjetiva.
Y, por otra parte, ¿cuantos de los ciudadanos que se manifiestan por la salvación del planeta estarían dispuestos a revertir su nivel de confort al de un ciudadano medio de la España de finales del siglo XIX? Porque lo uno va unido a lo otro.

El próximo día 2 de diciembre se inaugura la Cumbre del Clima COP25 en Madrid; ya que se han reunido para tratar de la temperatura global y del CO2 podrían aprovechar para tratar estas otras cuestiones.  Fundamentalmente las dos propuestas anteriormente:
a) coordinación entre los Gobiernos y Estados para la regulación del mercado Global y transición hacia un sistema socio-económico más justo (modelo de economía circular,  comercio justo ...).
b) medidas para la estabilización (inicialmente) y reducción del tamaño de la población humana.

Temo que en una época de resurgimiento de nacionalismos, brexit e identidades patrias, la cooperación necesaria para abordar esta tarea común sea entendida como una inaceptable cesión o pérdida de soberanía, anticipando el fracaso antes de haber dado el primer paso.

No debemos percibir el cambio como algo negativo. Todos los Sistemas Naturales (también el Sistema Clima) son sistemas dinámicos, en continuo cambio, interactuando continuamente entre ellos. Y poseen mecanismos de autorregulación innatos.
La respuesta al cambio siempre ha sido la adaptación.
Pero hay que señalar que frecuentemente en la historia evolutiva, la adaptación ha supuesto un duro camino de hambre y sufrimiento; la relación idílica entre Naturaleza y Ser Humano, según nos dicen puesta ahora en riesgo por la emergencia climática, no ha existido nunca, no es más que un mito.

Tan solo los Sistemas Artificiales (Sociosfera y Tecnosfera) creados por el Ser Humano (conjuntos de leyes, creencias religiosas, sistemas económicos, culturas, desarrollo tecnológico ...) carecen de autorregulación innata; es la propia Sociosfera quien debe crear su propio mecanismo de autorregulación, quien debe establecer sus propio sistema de frenado; de lo contrario, estaremos en graves problemas.
Y este es el caso. Debemos repensar nuestra Sociosfera y nuestra Tecnosfera.Tanto si estamos en una fase de clima templado como si lo fuera frío.
Y, ... debemos de estar dispuestos a vivir grandes cambios.

Nicholas Negroponte (Nueva York, 1943)

Nicholas Negroponte, en una entrevista concedida al periódico El País, afirma que será la energía de fusión lo que cambiará el mundo; quizás sea el próximo conejo que los científicos sacarán de su chistera, poniendo a disposición de la humanidad ingentes cantidades de energía limpia.
.." La energía de fusión, junto con la bioingeniería y la producción de alimentos artificiales constituirán el próximo gran paso para la humanidad"...  "la tecnología es la única solución al cambio climático. No hay otra. Tenemos que encontrar la forma de producir energía, no necesariamente de fuentes renovables como el viento o el sol, sino haciendo que la energía de fusión funcione. En 50 años tendremos una economía distinta y un mundo mejor"...
Negroponte vaticinó en los años 80 que ibamos a tener ordenadores en los bolsillos, pantallas táctiles, televisión a la carta, hogares conectados ...  Y entendió que vendrían profundos cambios sociales. Sus artículos en la última página de Wired suelen ser seguidos como un oráculo.
En esta nueva sociedad descrita por Negroponte, ¿donde quedará la preocupación por la emergencia  climática?.
Hasta entonces, como afirma el ecologista escéptico Bjorn Lomborg (que, sin embargo, acepta la visión alarmista del IPCC), habría que adaptarse a vivir en un mundo más cálido hasta que tengamos sustitutos má rentables para los combustibles fósiles.

Aunque poco habremos adelantado si en mi plato de ventresca sigue habiendo mercurio.





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