domingo, 4 de febrero de 2024

 El  Delta del Ebro cuatro años después de la tormenta "Gloria". 

Iosu Marruedo. Biólogo


Han pasado ya cuatro años desde que la tormenta "Gloria" afectara muy severamente el litoral mediterráneo entre el 19 y 26 de enero de 2020, causando gravísimos daños en el conjunto sedimentario del Delta del Ebro.

Originó también la destrucción de numerosas infraestructuras, playas, puertos y paseos marítimos, viviendas e instalaciones turísticas, desde Gerona hasta Málaga. 

"Gloria" fue un temporal invernal muy completo, con fuertes vientos, grandes olas, nieve y lluvia persistente. En lo referente al temporal marítimo, la boya de Valencia marcó una ola de 8,44 m de altura significante el 20 de enero, el mayor dato histórico medido en el Mediterráneo occidental. 

El Delta del Ebro quedó devastado. El mar penetró en el Delta fracturando el litoral en la Isla de Buda, sobrepasando la berma de la playa de La Marquesa inundando arrozales, el oleaje destruyó la barra del Trabucador ... Más de la mitad de la superficie del Delta quedó anegada por el mar. 

LLovía sobre mojado (valga la redundancia), pues tan solo dos años antes, entre el 17 y 21 de enero de 2017, otro gran temporal invernal también había causado grandes destrozos.

Y saltaron todas las alarmas.

Figura 1: Ejemplo de los daños causados por "Gloria" en la zona sur del Delta.


¿Hemos aprendido algo de estos años pasados? ¿Está el Delta del Ebro preparado para afrontar una nueva tormenta similar a "Gloria"? 

A una primera respuesta de emergencia durante el verano de 2020 (dificultada por la pandemia y el confinamiento y con el objetivo de "taponar" brechas y levantar  urgentemente barreras frente el mar) siguió la elaboración dePlan para la Protección del Delta del Ebro que el Ministerio para la Transición Ecológica (MITECO) sacó a exposición pública en febrero de 2021 (documento elaborado por el Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas bajo la dirección de la Dirección General de la Costa y el Mar). 

Este Plan es ambicioso, pues junto con medidas de protección a corto plazo (trasvases de arena, elevación de bermas ...) se proponen también estudios e iniciativas (que exigen plazos de ejecución más amplios) para abordar de manera global los viejos problemas del Delta del Ebro, tales como: 

- La escasez de aporte sedimentario en la desembocadura

- la falta de regulación y control de los sumideros y la inundación de la plataforma deltaica (anual, para el cultivo de arroz)

- la incompleta delimitación del dominio público Marítimo Terrestre y su ocupación

- el vertido de fangos orgánicos, el estado ambiental de las lagunas y la degradación ecológica de las bahías

- estudios sobre la movilización de sedimentos en el río Ebro (con la CHE).

- estudio de la acumulación de sedimentos en los embalses de Ribarroja y otros ....

En febrero de 2023 llega, por fin, la primera reunión de la Comisión Bipartita del Delta del Ebro, encargada de coordinar las acciones del Gobierno de España y La Generalitat en el desarrollo de las propuestas del Plan para la Protección del Delta.

¿Podemos creer que ahora sí vamos en serio? ¿Estamos al inicio del camino que conducirá hacia la garantía de supervivencia del Delta del Ebro?

Hay una manera de responder estas preguntas, comprobando la eficacia de las medidas de reparación realizadas ya durante estos últimos cuatro años. Según el Gobierno español se han movilizado más de 300.000 m3 de arena desde las zonas de acumulación (Punta de la Banya, el Fangar y playa de los Eucaliptus) hacia las zonas más frágiles, con mayor retroceso (Isla de Buda, Trabucador ...).

¿Esta movilización de arenas ha conseguido restaurar el Delta del Ebro al estado en el que se encontraba antes de la tormenta "Gloria"? (evitaré ir a fechas anteriores para no fijar objetivos inalcanzables). Si fuera así, podríamos albergar alguna esperanza en que ahora sí, ya estamos consiguiendo frenar el retroceso del Delta.

Para comprobarlo, elegiremos dos imágenes del Delta del Ebro procedentes de la base de datos de la colección Landsat 8-9 obtenidas del USGS y procesadas con QGIS. La imagen de referencia es del 5 de enero de 2020, 14 días antes de "Gloria" y la imagen de comparación es del 24 de enero de 2024, cuatro años después.

Compararemos los contornos deltaicos por superposición del contorno de 5 de enero de 2020 (en trazo amarillo) sobre una imagen (banda 7 de Landsat 9) del 24 de enero de 2024. Y extraeremos las conclusiones pertinentes.

Figura 2: Cap de Tortosa y extremo oriental del Delta. (Clic sobre la imagen para agrandar).


Los números negativos expresan retroceso deltaico (en metros) y los positivos acreción (avance). Donde no hay indicación numérica se acepta como equilibrio respecto a la situación de 5 de enero de 2020.

Figura 3: Barra del Trabucador y Punta de la Banya, en el sur del Delta. (Clic sobre la imagen para agrandar).


Figura 4: Zona Norte del Delta, el Fangar y playas de la Marquesa. (Clic sobre la imagen para agarndar)


La conclusión directa es que el Delta sigue retrocediendo frente al mar, y que el trabajo realizado durante estos cuatro últimos años solo ha conseguido suturar las heridas más sangrantes (en la Isla de Buda, Barra del Trabucador y dunas de la playa de la Marquesa) pero el enfermo continua debilitándose.

Dicho de otra manera, lo hecho hasta hoy, es claramente insuficiente y sigue sin garantizar el futuro del Delta. 

Lamentablemente, era lo esperado, ya que la mayor amenaza procede del dèficit de sedimentos aportados por el río Ebro en la desembocadura, sedimentos que van quedando atrapados en los numerosos embalses y redes de canales y regadíos de la cuenca hidrográfica del Ebro. Y no debe disimularse este problema con las repetidas alusiones al ascenso del nivel del mar consecuencia del Cambio Climático.

Todos los deltas del mundo tienden a compactarse y sufrir hundimiento; solo el continuo aporte de sedimentos fluviales compensa la subsidencia natural. Si este aporte disminuye, el resultado neto es la victoria por goleada de la acción erosiva del mar. 

En el Plan de Protección del Delta figura la voluntad de "estudiar" el problema de la retención de sedimentos en los embalses.

¿Aguantará el Delta hasta que esa voluntad de estudiar el problema concluya en acciones concretas? 

Creo que deben darse prisa.  

Desde el verano de 2020 hemos tenido la fortuna de no sufrir embates directos de nuevas tormentas en el Delta de la magnitud de las de 2017 y 2020; si bien en los diez últimos meses (2023) se han registrado tres temporales en el Mediterráneo occidental, estos no han afectado directamente al Delta, han tenido una localización más al sur, sobre la Comunidad Valenciana y Murcia principalmente.

Pero, en un contexto de más energía y más vapor de agua acumulados en la atmósfera seguramente que llegarán nuevos episodios como "Gloria".

¿De nuevo todo quedará reducido a hablar del ascenso del mar y del Cambio Climático?. 

Aferrado a un pequeño rayo de esperanza, terminaré con una imagen, en la que además de su valor estético, podemos observar una de la muchas razones por las que debemos permitir la llegada de sedimentos hasta el mar. El agua (con sedimentos) que los ríos aportan al mar no es agua que se desperdicia, entre otras cosas, es necesaria para la conservación de las playas y para el "abonado" con nutrientes (procedentes del continente) del ecosistema marino.  

 Figura 5Imagen en falso color, 24 de enero de 2024. Landsat 9 (bandas 5,3,2).  (Clic sobre la imagen para agrandar)

Se hace visible la acción del Delta en la conservación de las playas y de la dinámica sedimentaria litoral general (Castellón y norte de Valencia). La influencia  del Delta llega a más de 130 km de distancia hacia el sur.

 Si te gustan las playas de Peníscola, salvemos el Delta.


Otras publicaciones sobre el Delta del Ebro en este Blog:

El Delta del Ebro: 36 años de cambio resumidos en imágenes. (14 febrero 2021)

El Delta del Ebro, afectado por la Covid-19. (28 julio 2020 ).

El Delta del Ebro: ya no sostenible, dificilmente soportable. (8 febrero 2020).

El Delta del Ebro: evaluación de junio de 2018. (30 junio 2018).

La supervivencia del Delta del Ebro: buenas y malas noticias. (1 julio 2017).

El Delta del Ebro: efectos del temporal de enero de 2017. (11 marzo 2017).

El faro de Buda, testigo mudo de la transformación del Delta del Ebro. (2 enero 2017).


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