martes, 22 de diciembre de 2015

Exploradores en el Ártico en el siglo XIX. ¿El Ártico se funde?

Este es un resumen del artículo de los investigadores James E.Overland y Kevin Wood  en el  que muestran el uso de instrumentos y registros históricos descriptivos para probar la certeza de la hipótesis de que las condiciones ambientales observadas por los exploradores del siglo XIX  en el archipiélago canadiense fueron consistentes con una Pequeña Edad de Hielo tal y como es sugerido en conclusiones de otras reconstrucciones climáticas (metodología de estratigrafía de núcleos de hielo) y aceptado  por los defensores de la Teoría del Cambio Climático.
Concluyen que de los testimonios y registros de los exploradores se deduce poca evidencia de frío extremo y proporcionan una reconstrucción climática disconforme con la obtenida por medio de la estratigrafía de núcleos de hielo (la aceptada por el IPCC de la ONU). 
En la actualidad, y dentro del contexto alarmista de las noticias relacionadas con el Cambio Climático, la disminución de la masa de hielo en el Ártico se presenta con frecuencia como un acontecimiento excepcional y catastrófico, consecuencia de las elevadas emisiones de CO2 de los últimos 80 años.
Pero  de la lectura de los registros históricos de los exploradores árticos del siglo XIX se deduce que la disminución de la masa de hielo ártico no es algo excepcional sino que ya se ha producido en otras épocas (con menos CO2 en la atmósfera que en la actualidad) y que han venido seguidas de  otras fases de recuperación .   
Las expediciones organizadas en el siglo XIX para encontrar un tránsito por el denominado Paso Ártico del Noreste, se percibieron en general como grandes fracasos, como un vana y trágica exploración fallida ; la causa se ha venido atribuyendo a las extraordinarias condiciones de frío asociado a la denominada "Pequeña Edad de Hielo". 
Esa perspectiva había sido reforzada desde 1970, cuando las reconstrucciones del paleoclima basadas en el hielo del Ártico (estratigrafía de núcleos de hielo) parecieron confirmar la existencia de condiciones excepcionalmente frías conforme con  lo que los glaciólogos habían denominado como la "Pequeña Edad de Hielo", con temperaturas más frías que la media de los primeros años del siglo 20 [Koerner, 1977; Koerner y Fisher, 1990; Overpeck et al., 1998].

Sin embargo, el examen de 44 registros de exploradores del Ártico occidental desde 1818-1910 revela que los indicadores del clima tales como:
a) navegabilidad,
b) distribución y espesor de hielo anual del mar
c) temperatura media mesual del aire en superficie, y
d) el inicio de la fusión y congelación 
estaban dentro de la actual gama de variabilidad, entendiendo por "actual" la referencia al periodo 1970-2000..

Si bien existe una amplia literatura sobre el historia de la exploración del Ártico del siglo XIX se ha hecho muy poco uso de observaciones científicas y meteorológicas detalladas compiladas durante muchas expediciones.
Hubo más de setenta expediciones o empresas científicas de diversos tipos enviados al Ártico canadiense en el período comprendido entre 1818 y 1910.
De este número total, se analizaron 44 informes científicos originales y relatos relacionados. 
La mayoría de los datos provienen de grandes expediciones navales, con gran capacidad, que abarcan varios años, con invernadas en el Ártico.

Hemos centrado nuestro análisis en los cuatro indicadores de cambio climático antes citados; a saber: extensión del hielo marino de verano, espesor anual del hielo marino, la temperatura media mensual, y el inicio de la fusión y de congelación como estima de media diaria de temperatura. 
Tanto la extensión del hielo marino y la aparición del inicio de la fusión y congelación se compararon con los del período de referencia de 30 años entre 1971-2000.
Los valores de espesor de hielo (media mensual), se compararon con los del período de 50 años entre 1951-2000.
Es quizás sorprendente que la mayor parte del Paso del Noroeste fuera ya navegado durante el siglo XIX con buques de las diferentes expediciones que quedaron tan solo a 150 km de completar el paso en un buen número de ocasiones.
Figura 1.
La imagen muestra la presencia de hielo en el mar el 10 de septiembre, que es la fecha habitual del mínimo anual de hielo durante el período de referencia 1971-2000 ( según el Servicio Canadiense del hielo, 2002). En varias ocasiones, las expediciones llegaron a menos de 150 km de completar el Paso del noroeste, pero incluso en años con condiciones desfavorables de hielo, la mayoría de los barcos eran todavía capaces de llegar a posiciones relativamente avanzados dentro del archipiélago canadiense. En 1859, ya se habían descubierto todas las posibles rutas que comprenden el Paso del Noroeste.
La mas sorprendente es que, incluso en los años reconocidos como desfavorables (por más fríos), los buques todavía eran capaces de llegar a lugares cuya accesibilidad es semejante a la de las peores condiciones de hielo de la referencia moderna (1971-2000).
De 33 expediciones o suministros de barcos con destino a la parte occidental de Lancaster entre 1819 y 1859, sólo dos fallaron debido a las condiciones del hielo desfavorables.
Dieciocho mediciones de máxima anual del espesor del hielo marino se registraron entre 1819 y 1876; cuatro de ellos son incompletos, porque fueron interrumpidos antes del final de la estación.
De las restantes 14 observaciones, se obtuvo una media (anual) de 215 cm y un máximo de 250 cm.
En la actualidad (datos de la referencia moderna) , las condiciones de hielo para Resolute Bay, Sachs Harbor, y Mould Bay dan una media anual de 199 cm y una máximo en tres estaciones de 248 cm.

Por lo tanto, las observaciones históricas son consistentes con los valores del siglo XX.

Treinta y dos años aproximadamente de series mensuales de temperatura media del aire superficial  se recogieron durante los años comprendidos entre 1819 y 1854, y se comparó con la referencia de 50 años del periodo 1951-2000.
El  63% de los 343 valores de anomalías mensuales de la temperatura caen dentro de una normal desviación de la media de la referencia moderna. 
Los exploradores relatan que encuentran tanto años cálidos como años fríos.
Si bien los datos históricos de los viajes de exploración son intermitentes, tomados en su conjunto, proporcionan una perspectiva valiosa sobre el clima del pasado del Ártico canadiense.

Los exploradores encuentran a la vez temporadas cálidas y temporadas frías, y en general, las condiciones  de hielo que nos recuerdan a las del siglo XX.
La aparición temprana de la congelación en algunos casos representa la mayor aparente diferencia respecto de las condiciones actuales, mientras que el momento de la transición al estado fundido en la primavera mostró poco cambio respecto el presente.
Si hubiera habido un cambio en la media de la temperatura del aire de verano de la magnitud del sugerido por el método de estratigrafía en núcleos de hielo (isla de Devon), las indicaciones de  más frío  habrían sido detectados en nuestra análisis. 
Los relatos y registros de los exploradores no avalan los resultados de reconstrucción de temperaturas por estratigrafía de núcleo de hielo.

Por último, debemos señalar que es engañoso afirmar que no se encontró el Paso del Noroeste y que el el fracaso se debió a un clima adverso extraordinariamente frío.
De hecho, todas las rutas posibles que componen el Paso del Noroeste fueron descubiertos, y casi
toda la costa laberíntica fue asignada durante este periodo.
Un resultado de navegación similar podría obtenerse hoy dentro de los límites de navegación en las condiciones presentes.

Figura. 2. 
Los exploradores encontraron ambas condiciones representadas en los dibujos, en la isla de Beechey:  poco hielo (1850) y mucho hielo (1853).

El estado de hielo favorable y desfavorable en las proximidades de la isla de Beechey ilustran la gama de condiciones de hielo en diferentes años.
La Figura A ilustra la situación de la H.M.S. Resolute y el vapor Pioneer el 5 de septiembre 1850 [tomado de Facsímil del Ártico, Illustrated News, cortesía de Elmer E.Rasmuson Biblioteca, Univ. de Alaska- Fairbanks].
La Figura B muestra el H.M.S. Breadalbane y el vapor Phoenix atrapados en el banco de hielo el 21 de agosto 1853.
El Phoenix escapó, pero el Breadalbane fue aplastado por la presión del hielo y se hundió (Archivos Nacionales de Canadá, el número de acceso 1989-399-4).

Referencias:
Bradley,R. S. and P.D. Jones,“Little Ice Age”summer temperature variations:Their nature and relevance to recent global warming trends,The Holocene,3, 367–376, 1993.
Jones,P.D. and K. R. Briffa,The “Little Ice Age”: Local and global perspectives, Climatic Change,48, 5–8, 2001.
Koerner,R. M.,Devon Island ice cap: Core stratigraphy and paleoclimate, Science,196, 15–18, 1977.
Koerner,R.M. and D.A. Fisher,A record of Holocene summer climate from a Canadian high-Arctic ice core, Nature,343, 630–631, 1990.
Neatby, L. H., In quest of the North West Passage,pp. 135–136, Longmans,Toronto, 1958.
Oglvie,A.E. J., and T. Jónsson,“Little Ice Age” research:A perspective from Iceland, Climatic
Change, 48, 9–52, 2001.
Overpeck, J. et al.,Arctic environmental change of the last four centuries,Science,278,1251–1256,1998.

Información del autor de la fuente original:
James E.Overland, Pacific Marine Environmental Laboratory/NOAA, Seattle,Wash., and Kevin Wood , Arctic Research Office/NOAA, Silver Spring,Md.














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